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Economía: América Latina y Chile

Una crisis sistémica que lo cambiará todo

Como un “oásis en una América Latina convulsa”, describía Piñera a Chile durante la primera semana de octubre de 2019. Con esta frase, uno de los hombres más ricos de Chile, buscaba diferenciar el contexto nacional, de aquello que estaba ocurriendo en otros países de la región ocultando los efectos y el carácter sistémico de la crisis del capitalismo que se estaba expresando hace algunos años.

Argentina enfrentó un 2018 con amplias movilizaciones contra los recortes de beneficios sociales, principalmente pensiones y en favor del reconocimiento estatal de la libertad de las mujeres para decidir si abortar o no, bajo las medidas de salud pública correspondientes. Esto fue seguido de un año 2019 que se inauguró con protestas dirigidas a las primeras visitas de los personeros del Fondo Monetario Internacional (FMI), institución que había concretado un préstamo para el gobierno del empresario Mauricio Macri, quien al final de su gobierno tuvo que entregar la banda presidencial al candidato opositor. Hoy en plena pandemia de Covid-19, el gobierno argentino se encuentra en default, es decir, no paga la deuda, pero ofrece una alternativa, la cual debe ser respondida por los acreedores el 2 de junio.

En septiembre de 2019, Ecuador comenzaría a convertirse en el epicentro de las protestas, contra el alza de los combustibles, las que fueron convocadas por centrales de trabajadores y confederaciones indígenas. Estas alzas eran debido a la eliminación del subsidio a la gasolina, el rechazo a la reducción de vacaciones de empleados públicos, entre otras medidas que conformaron el llamado “paquetazo” del gobierno de Moreno y que eran exigidas por el FMI. para concretar las exigencias de un préstamo por US$10.000 millones. Estas movilizaciones dejaron al descubierto el impacto de las políticas neoliberales, que se profundizaron durante el inicio del gobierno de Lenin Moreno. A partir del 2 de octubre, los militares comenzaron a formar parte de los escuadrones de control público.

Los demás países de la región ya estaban viviendo sus propias crisis de diverso tipo. En Brasil, luego del boicot al gobierno de Rousseff en 2016, el nuevo gobierno asumido por Temer se encargó de horadar al máximo posible los esquemas laborales, previsionales y económicos, allanando el terreno para el gobierno bolsonarista. En mayo de 2019, el propio Temer se entrega a la justicia mientras es investigado por corrupción, en el mismo año, el gobierno de Bolsonaro, también enfrentó protestas en diversos Estados debido a las reformas que reducen el financiamiento del sistema educativo y las que buscaban derribar las garantías constitucionales de salud, previsión y asistencia pública.

Cae tasa de crecimiento
Mientras Chile vivía su mayor nivel de protestas sociales y populares en treinta años, en noviembre de 2019, el recién electo gobierno de Bolivia es derrocado en medio de fuertes manifestaciones y enfrentamientos populares. Finalmente, el 12 de noviembre asume un gobierno de facto apoyado por el ejército. Esto no acabó con las protestas.

Según la CEPAL, desde el primer trimestre del 2018 la tasa promedio de crecimiento del PIB de los países de América Latina venía disminuyendo, eran los países de América del Sur los que reportaban el crecimiento más bajo. La política que algunos Estados determinaron para abordar esta situación estuvo estrechamente vinculada con los pasajes descritos en párrafos anteriores.

Ya fuera sostener discursos de no realizar reformas estructurales para “proteger” a una economía con bajo crecimiento, o la aplicación de “recortes” al gasto público, los Estados siguieron impulsando medidas recurrentes en el capitalismo, las que consisten básicamente en que sean los propios Estados quienes absorban constantemente las pérdidas económicas, mientras las ganancias se distribuyen entre las manos privadas para asegurar el incremento de la tasa de ganancia.

No solamente América se encontraba convulsa, la sociedad en el resto del sistema mundo también enfrentaba sus batallas.

Difundido a nivel global fue el caso de los chalecos amarillos en Francia, quienes realizaban protestas contra los cambios a la seguridad social. En 2019, Hong Kong, también era sede de masivas protestas contra un proyecto de ley que permitía que normativas del Estado chino pudieran ser aplicadas a la excolonia británica.

En este contexto global se desarrollaba la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que entre otras cosas incorporaría disputas arancelarias y otras medidas restrictivas, especialmente las impulsadas por el gobierno de Trump a compañías estadounidenses.

Quién paga la crisis
¿Cómo llegamos a este escenario? Para responder cobra sentido pensar en el diagnóstico de la situación, una idea en esta línea apunta a un sistema mundo que se encuentra en crisis transicional, dada una economía mundo atravesada por una disputa de hegemonía. Este escenario de crisis es sobre el que se desarrolla la actual pandemia global. Las decisiones de cada Estado para enfrentar el virus siguen arraigadas en las estrategias capitalistas, sobre todo en los países de la periferia global.

En Chile, los hogares tendrán que pagar el costo de la crisis y ante la falta de ingresos se verán obligados a acceder a la deuda, como lo han venido haciendo hace años y cada vez con mayor intensidad. Esto mientras el Estado cuenta con activos consolidados en el tesoro público por más de US$ 31.550 millones. Esta podría ser una fuente de financiamiento de medidas para asegurar ingresos suficientes para un hogar. Además, se puede considerar financiamiento vía deuda pública e incremento de la carga tributaria de la gran riqueza en Chile.

Según los datos del XXVIII informe de deuda morosa Equifax-USS, al mes de abril de 2020, hay 4.935.226 personas con deuda morosa, el monto promedio de la mora corresponde a $1.802.346. Los segmentos que cuentan con la mayor participación en el monto de mora son la Banca y el Retail con un 59% y 20% respectivamente.

En la Región Metropolitana es posible aterrizar el análisis de la morosidad por el segmento de habitantes mayores de 18 años. A partir de eso, tenemos que las comunas de San Ramón, La Pintana y Lo Espejo superan el 50% de incidencia, es decir, en estas comunas al menos 1 de cada 2 personas mayores de 18 años es deudora morosa. Le siguen las comunas de El Bosque, Pedro Aguirre Cerda y Cerro Navia todas en torno al 49% de incidencia de la morosidad.

Los grupos económicos
A este panorama se suman las bajas pensiones, que no ayudan a paliar los efectos de la crisis en los hogares. A marzo del 2020, la mitad de las mujeres que recibieron su primera pensión autofinanciada de vejez, alcanzaron apenas $33.461. Al considerar a los hombres, tenemos que la mitad de las 12.960 personas que recibieron esta primera pensión autofinanciada de vejez, alcanzaron menos de $74.926.

Mientras, el gobierno impulsa la repartición de cajas de alimentos, las cuales apenas serán para el 28% de la población más vulnerable, uno de los grandes grupos económicos saca cuentas, esto luego de que la Intendencia Metropolitana encargara 50 mil cajas alimentarias, por un monto de $1.700 millones al Mayorista Alvi, controlado por Holding SMU de la familia Saieh.

Otros grandes conglomerados económicos, como el grupo Calderón, controlador de Ripley, se han visto beneficiados con las políticas del gobierno en pandemia. En este caso, la empresa Ripley fue una de las primeras que determinó suspender la relación laboral a más de dos mil trabajadoras y trabajadores, quienes tuvieron que cobrar de sus ahorros del seguro de cesantía los ingresos que la compañía ya no les proveería en el actual contexto. Esto, a pesar de que Ripley Corp, tuvo utilidades por sobre los $100 mil millones en 2019.

A fines de abril, Ripley anuncia a la Comisión para el Mercado Financiero que hará reparto del 30% de las utilidades líquidas de 2019. Si bien la ley exige este mínimo, ello muestra cómo la empresa puso el interés de accionistas y controladores, delante del interés y necesidad de miles de trabajadoras y trabajadores.

Las transferencias monetarias que ha realizado el gobierno con acuerdo del Congreso también son insuficientes. El Ingreso Familiar de Emergencia, se ubicará por debajo del 29% del gasto mediano de los hogares. Escenario en el cual el hambre se abrirá camino, junto con el no pago de deudas y lo que ello conlleva.

Una crisis sistémica como la que vivimos abre la puerta a profundas transformaciones de la forma en que se desarrolla la vida. El aislamiento social y la cuarentena son estrategias desplegadas por una falta de instituciones políticas colectivas que sean capaces de enfrentar una pandemia, la que fue ampliamente difundida antes de incorporarse al escenario de la crisis sistémica del capitalismo.

*Investigador Fundación SOL
www.fundacionsol.cl

En relación a este artículo, recibimos la siguiente carta que entrega datos posteriores a la publicación del texto, de igual modo la publicamos textualmente:

Santiago, junio 2020.
Sr. director:
En la nota “Una crisis sistémica que lo cambiará todo" publicada recientemente en su medio, se hace referencia a la distribución de cajas de alimentos por parte del Gobierno en el contexto de la actual crisis sanitaria. En uno de sus párrafos se señala que “uno de los grandes grupos económicos saca cuentas, esto luego de que la Intendencia Metropolitana encargara 50 mil cajas alimentarias, por un monto de $1.700 millones al Mayorista Alvi, controlado por Holding SMU de la familia Saieh”. Al respecto quisiera señalar a usted que Supermercados Alvi fue solo uno de los tantos proveedores de tales cajas, entregando menos del 5% del total de cajas adjudicadas, encontrándose entre los precios más bajos ofertados, tal como consta en el portal de compras públicas donde está disponible toda la información de este proceso. Es importante señalar además que en Alvi, contamos con una unidad de negocios especializada en ventas institucionales, que atiende a empresas públicas y privadas, con gran experiencia en la logística de armado, confección y despacho de cajas de alimentación a todo el país. Dada la magnitud de este anuncio (2,5 millones de cajas), ninguna empresa era capaz por si sola de responder a toda esta demanda, razón por la cual el llamado del gobierno fue amplio. Tal así, que actualmente son 20 las empresas adjudicadas para el abastecimiento de cajas de alimentos ante la urgencia del Gobierno. Esperamos que esta información aclare la dudas que se tengan sobre este proceso, el cual ha sido completamente transparente y del que nosotros hemos sido partícipes a través de Mercado Público. Sin otro particular y agradeciendo su atención, le saluda atentamente
 Andrés Fernández
Gerente Supermercados Alvi

Recaredo Gálvez C.

Investigador Fundación SOL
www.fundacionsol.cl

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