La Peste es el uso por el poder de una pandemia para controlar a la población, el agobio es la imposición a alguien de un esfuerzo excesivo o sufrimiento, las drogas son sustancias que le permite al usuario manipular sus neurotransmisores para conseguir estados de ánimo que le hacen posible soportar, soslayar o simplemente reposa de las circunstancias adversas que lo agobian. La guerra que en términos políticos es la continuación de la política por medio de la violencia, también es empleada como una metáfora del poder para publicitar que se está haciendo cargo de una manera extrema de un asunto público de difícil manejo.
Resulta proverbial que en Chile la guerra contra el corona virus sea el instrumento que le ha permitido al gobierno y los partidos de centro derecha y derecha, así como a los agentes del modelo económico y social neoliberal, que pululan por todos los partidos políticos, asociaciones gremiales y de la sociedad civil, controlar su derrota política apabullante a partir del estallido social del 18 de octubre de 2019, que se venía incubando en las últimas dos décadas (años 2003, 2007, 2011, 2019). Si la instrumentalización política del coronavirus resuelve la pandemia es algo que está por verse, sobre todo en cuanto a los costos sanitarios y en vidas humanas, pero hasta ahora ha logrado que el gobierno pueda controlar tanto la “pandemia social” así como se apreste a controlar la “pandemia económica” resultante de las anteriores.
Esto último no es menor, ya que para financiar las ayudas sociales y económicas se recurrirá al endeudamiento internacional, ejerciéndose así la más grande operación de “financiarización de la política”, esto no es sólo local también es global. Como lo ha estudiado Thomas Pikety esta operación global generará un proceso de redistribución del ingreso entre quienes viven de su trabajo y los que viven del capital, en favor de aquellos, como aconteció durante la Primera Guerra Mundial, la Crisis Mundial de 1929 y la Segunda Guerra Mundial, la novedad, nada de sorprendente, que serán las súper ganancias del capital financiero internacional, lo que ha comenzado a hacerse manifiesto, acompañado de una mayor capacidad de consumo y endeudamiento de las mayorías empobrecidas.
El encierro obligatorio La política sanitaria para controlar la pandemia de coronavirus mediante el confinamiento o cuarentena está mostrando su fracaso, aún no es el momento para hacer ese análisis, pero ya ha tumbado a un ministro de Salud. No obstante, el confinamiento obligado ha tenido un efecto esclarecedor sobre las condiciones económicas, sociales, culturales y mentales de las familias chilenas, se ha dicho que han tenido que mirarse en el espejo cerrado de su vida cotidiana, densificada en unos cuantos metros cuadrados las 24 horas del día, los siete días de la semana, es allí y en esas circunstancias donde han aflorado en el seno de las familias chilenas los padecimiento y agobios expresados en sus formas extremas de ansiedad, (…)
Texto completo en la edición impresa del mes de julio 2020
en venta en quioscos y en versión digital
E-mail: edicion.chile@lemondediplomatique.cl
Adquiera los periódicos y libros digitales en:
www.editorialauncreemos.cl