TV pública camino a la extinción

“La primera víctima en una guerra es la verdad” (1) …en las crisis agudas, también. Es lo que viene sucediendo en Chile desde octubre pasado, con el inicio de la rebelión ciudadana que se sostuvo hasta cruzarse con la crisis sanitaria desatada por la pandemia viral. El acceso a la información oficial se ha dificultado, los datos gubernamentales tienen dudosa calidad, mientras un ejército de robots difunde noticias falsas o información tergiversada. El resultado de ello es una grave vulneración de los derechos de la sociedad a información veraz, oportuna y de calidad.

El derecho de las personas y comunidades a información plural y diversa ya venía siendo vulnerado desde antes, décadas, como resultado de la alta concentración de la propiedad de los medios de comunicación, particularmente por parte de grupos económicos nacionales, y a veces asociados a conglomerados globales.

En buena medida las dificultades para un mejor acceso a la información, confiable, diversa, plural y de calidad, así como el derecho a la comunicación (2), están facilitadas por la inexistencia de una ley de medios que regule la propiedad de éstos y que permita diversificarla, así como la ausencia de una red de medios públicos que sirva de contrapeso a los grandes conglomerados mediáticos. Este es un asunto urgente que deberá ser parte de los debates constituyentes que llevará adelante la sociedad chilena en los próximos dos años, es la oportunidad para inyectar algo de democracia a un sector vital para la democracia, pero que ha permanecido en la opacidad de los grandes negocios.

Por eso es alarmante la señal que emite el directorio de Televisión Nacional con su decisión de vender el edificio corporativo de esta estación estatal. No son pocas las voces que han alertado sobre la operación encubierta destinada a debilitar aún más su rol de televisión pública, para finalmente llegar a su privatización total.

Un largo camino de erráticas y erróneas decisiones ha llevado a TVN a este punto (...)