Antes de partir a Francia con deseos de respirar un poco, descansar algo del duro ambiente dictatorial y practicar mis anhelos de aventura (tenía apenas 20 años), casi no había escuchado la voz de Georges Brassens, cuyo Centenario se festeja en Francia y en todo el orbe este 22 de octubre. Curiosa coincidencia: ocho siglos y medio antes, otro gran trovador francés, Guillermo de Aquitania, príncipe de poetas, había nacido también un 22 de octubre, en plena Edad Media…
Fue mi amiga Thamar Jaramillo, compañera mía en Periodismo UC, bella, inteligente y políglota, que me hizo escuchar en su casa un par de cantos en la singular voz del “orfebre de las palabras” como algunos críticos llamaron a Brassens, y en mi oído y en mi corazón hubo un temblor que no había sentido antes… En Francia, pocos meses después, fue una constatación que fue madurando en mi camino de trovero incipiente: Brassens era uno de los más grandes trovadores de la historia.
No alcancé a escucharlo en vivo, pues durante los meses del año 1980 en que recorrí Francia (París, especialmente), y cuatro países más (Bélgica, Suiza, Holanda y Alemania) el genial trovador nacido en Sète ya estaba muy enfermo, y no hacía recitales…
Canciones universales
En esos países canté mis primeras canciones, para el público del exilio chileno y latinoamericano, conocí al Payo Grondona y el Chere Arenas, que tenían bastante del espíritu lúdico de Brassens, cada uno a su manera, y con quienes tejí una amistad y una complicidad que duró muchos años, hasta la partida de ambos, desgraciadamente muy temprano.
Pero en forma paralela a mis intensas actividades de trovador debutante, iba leyendo las letras enjundiosas, divertidas y de hondo lirismo de Brassens y escuchando sus vinilos (que algunas amigas y amigos chilenos y europeos me prestaban o escuchaban conmigo, comentando detalles poéticos o de “argot” que mi incipiente francés todavía no captaba en plenitud…)
Fue un enamoramiento, un descubrimiento que me llevó a adaptar sus canciones (aventura que han emprendido muchos artistas, en ¡cincuenta idiomas! al castellano de Chile, y a cantarlas a lo largo de mi carrera con el mismo placer de la primera vez, y (...)
Texto completo en la edición impresa del mes de octubre 2021
en venta en quioscos y en versión digital
E-mail: edicion.chile@lemondediplomatique.cl
Adquiera los periódicos y libros digitales en:
www.editorialauncreemos.cl