Aduanas y su potencia fiscalizadora

El Programa de Gobierno de Apruebo Dignidad 2022-2026 (1) es ambicioso. Nadie tiene dudas al respecto. Las aprehensiones que existen surgen en relación con la real factibilidad de cumplirlo en medio de un escenario adverso, tanto en lo económico como en lo administrativo. Por cierto, ello dependerá del diseño y la implementación de una serie de políticas públicas, en cada uno de los sectores de la sociedad, a través de los órganos del Estado que debieran cumplir dicha función.

En el caso de la Aduana, la responsabilidad que le cabe dada la situación actual o aquella que le puede caber si se realizan necesarias y profundas transformaciones de manera oportuna, cubre una serie de ámbitos que se relacionan a su vez con los objetivos entregados a otras tantas áreas que exceden las puramente tributarias. Por ejemplo, si bien Aduanas no tiene participación en la implementación de muchas medidas relacionadas con educación, salud, vivienda, etc., le cabe un potente rol en la recaudación de tributos, considerando que en la actualidad aporta más del 60% de la recaudación del IVA en arcas fiscales y alrededor del 33% del Tesoro Público año a año, cifras que debieran aumentar si se incluye al Servicio en la lucha contra la evasión y se resuelven deficiencias estructurales.

Pensemos cómo, una adecuada y oportuna gestión institucional, debiera aportar en temas incluidos en un Programa de Gobierno, que, si bien fomentará el desarrollo del mercado, buscará darle un marco adecuado a las relaciones que en él se desarrollan, velando por el interés de las mayorías, a diferencia de lo observado en las décadas recientes.

En relación con una de las funciones propias del servicio, el control tributario, debiera participar en el rediseño de las franquicias aduaneras, considerando que gran parte de los beneficios existentes son incentivos directos a grandes empresas nacionales y multinacionales que, por su evolución, tamaño y capacidad financiera, no requieren del aporte estatal, como parte de los sectores industriales de la minería, explotación forestal, pesca y acuicultura, producción vitivinícola, etc. (2) Adicionalmente, debiera ser capaz de generar estimaciones de evasión fiscal por vía del comercio exterior de forma permanente. Si bien no existen a la fecha estudios masivos al respecto, eso no significa que el fenómeno no exista y no pueda haber aproximaciones a su cuantificación, las que ciertamente debieran ser una de las tareas permanentes de la institución, lo que debiera facilitar el diseño de herramientas de lucha contra la evasión, donde Aduanas no fue considerada como parte de dicha Ley y a la fecha no cuenta con los recursos para enfrentar dicho fenómeno que podría alcanzar cifras considerables, a juicio de expertos internacionales y estudios sectoriales parciales. En otra área que se requiere implementar, Aduanas debe entrar de lleno a la lucha contra el lavado de activos relacionados al comercio y el control de los flujos ilícitos de fondos, donde viene desarrollando una serie de trabajos investigativos en conjunto con otras instituciones, dado que es cada vez más frecuente encontrar rastros de lavado de activos, crimen organizado y otras variantes delictuales asociadas a operaciones de comercio internacional. Y, entre otros sectores industriales, debe fortalecerse de manera sustantiva el área de la minería, donde Aduanas, siendo un país exportador, cuenta apenas con un puñado de especialistas mineros para el control y la fiscalización de todas las exportaciones de minerales del país.

En relación con el control fronterizo, la Aduana debiera tener un (...)