La actividad física en las escuelas chilenas

El 20 de octubre y el 5 de noviembre de 2023, en Chile se realizarán los XIX Juegos Panamericanos y los VII Juegos Parapanamericanos. Es decir, a poco menos de un año, toda la atención deportiva regional pondrá su atención en nuestro país. En este marco, naturalmente vuelve a surgir la pregunta por la práctica deportiva en general y por la actividad física en particular de nuestra sociedad y muy especialmente, por la situación de nuestra población infantil y juvenil.

Tanto en los países centrales como en los periféricos, la práctica de la actividad física en la población infantil y juvenil, especialmente en la escolar, está adquiriendo una creciente importancia. Entre sus beneficios se señala que, a través de la práctica físico-deportiva, niños, niñas y jóvenes incrementan su potencial físico y fortalecen su salud. Al mismo tiempo, desarrollarían habilidades, conocimientos y valores que les serían útiles tanto en el presente como en su vida adulta. Por estas razones, muchos de sistemas escolares están interesados en mejorar la enseñanza y la práctica de la educación física en los establecimientos educativos.

Es por esta razón que en la actualidad es imposible encontrar una escuela, tanto en Chile como en cualquier otra parte del mundo, donde el curriculum educativo no incorpore la presencia cotidiana de actividades físicas y deportivas. Dentro de la programación escolar, la actividad física está presente en todas las instituciones educativas, independencia de las diferencias entre ellas. No obstante, entre los centros donde existen situaciones de profunda privación material, indudablemente la actividad física no es posible realizarla en condiciones óptimas.

Como lo acreditan los estudios y diagnósticos, realizados en Chile, existen situaciones de profunda desigualdad en la disponibilidad de recursos humanos, equipamiento e infraestructura al interior del sistema escolar nacional. En ese sentido, si bien desde hace tiempo se considera que la educación física proporciona aprendizajes relevantes en la formación de los estudiantes, no se cuenta de manera homogénea, con los espacios institucionales ni con los recursos suficientes para desarrollarla adecuadamente.

Si bien, la presencia de la actividad física se ha incrementado en la retórica de las escuelas, en términos concretos, aún parece ser insuficiente el tiempo dedicado, el equipamiento, la infraestructura y los recursos materiales y humanos que, en general, el sistema escolar chileno le destina a su práctica. Si bien compartimos las mismas preocupaciones que guían las reformas que se han introducido a la enseñanza de la educación física en los países de la OCDE, como las (...)