Salvador Allende fue vitoreado en su gira a Temuco en el verano del año 1971. El estadio de la ciudad estaba repleto de gente al igual que las calles. Para quien tenga dudas hay un documental del famoso cineasta Raúl Ruiz donde aparece en detalle ese momento histórico. Quizá ha sido el último presidente de Chile masivamente recibido en la Araucanía. Se cerraba en ese momento el Segundo Congreso Mapuche que aunaba a una gran cantidad de organizaciones locales y regionales. El primer Congreso había sido en Ercilla, hoy de connotadas noticias. Básicamente se demandaban las tierras usurpadas, lo que había sido el reclamo histórico mapuche de todo el siglo XX. Se entendía por ello las tierras que habían sido robadas a los Títulos de Merced, los que habían sido delimitados arbitrariamente por el Estado en el proceso de radicación después de la campaña militar que se la llamó irónicamente de Pacificación de la Araucanía.
Junto a ello había demandas de apoyo a la producción agrícola y, por cierto, escuelas, becas, hogares estudiantiles, caminos y las reivindicaciones evidentes frente a la pobreza generalizada existente. Se trataba, mirándolo desde los 50 años de una reivindicación de corte fundamentalmente agrarista. Y era de ese modo. Casi toda la dirigencia y militancia mapuche era campesina, trabajaban la tierra y de eso vivían. La falta de tierras cultivables era la cuestión central en la preocupación del movimiento mapuche y se pensaba que el Gobierno de Salvador Allende podría ayudar en ello. Se pedía una nueva ley que en lo central uniera la cuestión mapuche con la Reforma Agraria en curso, y así se hizo. Demoró más de la cuenta como es fácil de comprender, pero ya en el segundo año de la Unidad Popular se dictó la ley.
El Cautinazo
Mientras ello ocurría en Temuco, en los campos se había producido una suerte de levantamiento mapuche, como tantas veces en la Historia de Chile. Todo comenzó en la zona de la comuna de Lautaro y se le llamó el Cautinazo. En un sector llamado Vega Larga, las comunidades vecinas invadieron un potrero que les había pertenecido a su Título de Merced (TM) y que fuese robado por el patrón. El relato era muy gráfico y me lo contó el lonko del lugar. El abuelo que era el titular del TM había sido presionado para arrendar el potrero, bastante grande según se lo veía, y fue invitado a beber. Luego a firmar a una Notaría en la que en vez de arriendo fue venta. Me decía su descendiente que por cierto el abuelo no sabía leer y apenas hablaba el castellano. Pero lo curioso que el lonko o jefe de la comunidad que inició la toma había sido el presidente del Comité Comunal de Independientes por la candidatura de Jorge Alessandri que había perdido frente a Allende. Se había sentido con poder y que no le “iba a pasar nada”, así lo señaló, y avanzó con su gente a las tierras usurpadas. Recordemos que en esos años aún quedaban muchos dirigentes antiguos del coñopoanismo, el movimiento de Venancio Coñoepan Huenchual que había terminado aliado al Partido Nacional. Esa toma fue la “chispa que encendió la pradera” y en pocos días se produjeron decenas de tomas en Cautín.
El Presidente determinó que su ministro de Agricultura, Jacques Chonchol, se instalara en Temuco con todo su equipo y se dedicara a ver el asunto. Entrevistado hace un tiempo Jacques me contó que le preguntó qué hacer al Presidente y este con tono coloquial criollo, le dijo, proceda ministro. Esto es comience a aplicar la Reforma Agraria en la zona e incorpore a las comunidades. Así fue como se fueron organizando por todas partes nuevos Centros de Reforma Agraria, en que se agrupaba a los inquilinos del interior de las haciendas o fundos con los comuneros de las comunidades vecinas. En algunas partes esta combinación no funcionó bien, pero en otros lugares quizá más politizados como Cunco, funcionó de tal suerte que se llegó a “desalambrar” como decía la canción, y así hacer paños únicos de (…)
Texto completo en la edición impresa del mes de septiembre 2023
en venta en quioscos y en versión digital
E-mail: edicion.chile@lemondediplomatique.cl
Adquiera los periódicos y libros digitales en:
www.editorialauncreemos.cl