Cómo se fragmenta la política chilena

Se puede coincidir con que es lamentable que sea difícil llegar a acuerdos en el Congreso. Es posible reconocer que esto puede deberse, en parte, a la presencia de 23 partidos políticos y 42 independientes, en el caso de la Cámara, y de 11 comités parlamentarios en el Senado. Sin embargo, es aún más relevante identificar los mecanismos institucionales que incentivan esta situación.

No es producto del sistema proporcional. El mejor predictor de proporcionalidad de un sistema electoral es el tamaño de los distritos: cuantos más representantes se elijan en ellos, más fiel será la traducción de votos en escaños. Sin embargo, si bien los distritos aumentaron de tamaño desde el binominal, el tamaño en Chile sigue siendo pequeño, con un promedio de 5,5 escaños por distrito. El impacto del tamaño se ve claramente en cuántas listas eligen escaños en el distrito. Si vemos el número efectivo de pactos en la elección de 2021, el número es 4,1. Un número razonable y de bajo grado de fragmentación.

Mi argumento es que parte de los problemas del sistema político está relacionada con los incentivos promovidos por la manera en que se vota en Chile. La explicación detrás de la multiplicación de 4 pactos en más de 20 partidos no está en el tamaño del distrito, está en que el electorado vota por personas que se asocian en partidos que a su vez, se juntan en pactos, como si fuera una muñeca rusa electoral. Son estos dos elementos, los pactos y la lista abierta, los que generan incentivos para la creación de micropartidos, el personalismo y el transfuguismo.

La muñeca rusa electoral: los pactos

Como los votos se agrupan primero a nivel de pactos para determinar el número de escaños que obtiene cada pacto, el impacto del tamaño de los distritos lo vemos en el número de pactos que obtienen escaños. Lo que pasa, es que luego estos escaños de los pactos se distribuyen entre los partidos que lo componen. Por ejemplo, en el Distrito 7 de la Región de Valparaíso, 4 pactos consiguieron (…)