En 2021 un estudio nacional de Elige Educar pronosticó que podrían llegar a faltar unos 26 mil docentes idóneos en 2025. Lamentablemente, en 2024 sabemos que esa cifra será más alta, y podría superar los 32 mil docentes idóneos el próximo año. Si se analizan las zonas extremas los datos son aún más alarmantes: se calcula un déficit docente de 30% en Tarapacá, un 28% en Antofagasta y un 26% en Coquimbo. Y aunque en 2024 la admisión en carreras de pedagogía se incrementó en un 3,3%, este leve repunte no logrará revertir una tendencia estructural a la baja de más de una década. En 2011 la matrícula total de estudiantes de pedagogía era cercana a los 70 mil, la que cayó a unos 30 mil en 2024.
Por profesorado idóneo se entiende aquel que posee el título de profesor y enseña en la disciplina en que se formó. No es adecuado asumir que ante el déficit se cubra por medio de personal no calificado o especializado. Si este proceso de desprofesionalización educacional continúa a este ritmo, Chile va a ver seriamente comprometido el logro del objetivo 4 de los ODS, que evaluará en 2030 nuestros avances en “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Porque si no se logra garantizar el derecho a la educación en el momento oportuno, es muy difícil recuperar estos aprendizajes en otras fases de la vida.
Un contexto desfavorable
El problema no es específico de Chile. Según datos de UNESCO en 2024 existe un déficit de 44 millones de profesores en el mundo, para cubrir las necesidades de la Educación Básica y Media. En diversos países existe la urgencia de crear estrategias para retener al cuerpo docente en el ejercicio de su profesión, revalorizando, mejorando su estatus con salarios competitivos, y apoyando su profesionalización. Pero en el caso de nuestro país existen factores endógenos que se deben estudiar con mayor detalle.
Por supuesto, la brecha salarial es real. Las remuneraciones del profesorado se han incrementado en las últimas décadas, pero siguen siendo comparativamente bajas respecto a profesionales con un nivel educativo similar y contratados a tiempo completo. En 2024, el sueldo promedio en la docencia de enseñanza básica o media en Chile varía según el nivel de educación, el tramo de la Carrera Docente, y las horas trabajadas. Los salarios pueden oscilar entre $1.1 millones y $1.8 millones mensuales. Esto depende de su experiencia, su ubicación en la Carrera Docente, y las asignaciones adicionales que reciban, como la Bonificación de Reconocimiento Profesional (BRP) o por docencia en establecimientos con alta concentración de alumnos prioritarios. Para un profesor de enseñanza media, por ejemplo, la hora cronológica imponible en 2024 es de aproximadamente $19.290. Y aunque con los años se logre alcanzar la escala máxima salarial, logrando incluso duplicar el salario inicial, este nivel de remuneraciones continúa estando significativamente por debajo del promedio de salarios docentes de la OCDE, en todos los niveles.
Pero este factor salarial se (…)
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