Chile puede ser un país desarrollado, sin embargo prácticamente no existe ninguna nación desarrollada en el planeta que no haya alcanzado ese nivel a través del camino de invertir considerablemente en Ciencia y la Tecnología, o I + D (Investigación y Desarrollo) como se dice comúnmente. En esos países, la inversión en ciencia supera más de 10 veces lo que invertimos en Chile en relación al PIB, esto comparado con países de la OCDE. Incluso algunos países emergentes invierten más que eso. Es curioso pero en Latinoamérica las naciones se resisten a tomar ese camino…aunque algunos son más avanzados que otros.
Según señaló un empresario extranjero que dejó este país después de 6 meses de intentar hacer emprendimientos «el problema central de Chile es la brecha generacional extrema que existe entre los jóvenes emprendedores y la vieja generación. La sociedad chilena es mucho menos dinámica que Asia o los Estados Unidos, con un puñado de familias monopólicas que controlan y no quieren moverse de ahí»; peor aún, a estos grupos económicos pareciera importarles poco el desarrollo del país fuera de su dinero. No tendrían por qué importarles: nuestros recursos naturales (el cobre, el litio, etc.) han representado realmente una desventaja para Chile porque significa que no es necesario trabajar duro y competir a nivel internacional. Sin embargo, pareciera crear pocas oportunidades para el emprendimiento. En ese sentido el modelo asiático es mucho mejor porque se enfoca en la exportación de bienes manufacturados con alto valor agregado y tienen muy pocos recursos naturales. Si Steve Jobs hubiera nacido en Chile es muy probable que no existiría Apple… se pueden dar muchos ejemplos similares.
No hemos aprendido la dura lección del salitre. Chile exportaba salitre a todo el mundo a fines del siglo XIX y comienzos del XX, el que se usaba no solo como fertilizante agrícola sino para la industria de la guerra. Alemania era uno de los grandes clientes del salitre chileno y debido al bloqueo durante la Primera Guerra Mundial, Alemania no pudo continuar comprándolo. Es importante señalar que cuando falta un recurso, para suplirlo se recurre a la inteligencia y a la creatividad.
El químico alemán, Fritz Haber inventó el salitre sintético (ganó el Premio Nobel de Química en 1918, Proceso Fritz-Haber). Ese salitre resultó ser hasta más barato que el nuestro y se acabó prácticamente el negocio del salitre para Chile…Hubo una gran crisis económica, cesantía, masacres de mineros, etc.
Hoy podría ocurrir algo similar con nuestro litio, el cobre y otros recursos que se exportan con escaso valor agregado. Insisto, históricamente ha existido escaso interés por desarrollar tecnologías en Chile para (…)
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