Hacemos presente la historia para no olvidar a estas mujeres y tantas otras que han perdido sus vidas con la expectativa que las reclamaciones permitan activar conciencias de personas e instituciones de Estado para erradicar las violencias en el mundo público y privado, considerando que las instituciones están impregnadas de patriarcado y machismo megalomaníaco, cumpliendo cabalmente el mandato hegemónico masculinista. “Este flagelo queda de manifiesto de manera material o simbólica, lo que significa excluir, minimizar, clausurar, negar, desconocer los talentos, ningunear, es decir la misoginia activada como una máquina que no se detiene” (Brito, Comelin, Basualto, 2023, p.1).
La depredación, tiranía y megalomanía masculinista del poder se esparce y propaga como una peste negra que no se erradica por conveniencia o porque la ejecución de las leyes son blandas o, también porque quienes deben aplicarlas hacen caso omiso al impacto profundo que estas violencias tienen en la vida de las personas mujeres y niñas. Lo anterior, devela la falta de interés, voluntad y compromiso de la ideología dominante, su ética y sus instituciones para alcanzar igualdad y equidad entre las personas.
Obsesión por el poder
Utilizamos el concepto de megalomanía masculinista pues, alude a una perturbación de la personalidad en el que un individuo se obsesiona con el poder y la dominación social. Etimológicamente proviene de los términos griegos “megalo”, referida a grandeza y poder, y “manía” vinculada al delirio. Se relaciona con comportamientos de tipo narcisista, arrogancia, orgullo, egoísmo y una falta implacable de empatía (Martínez, 2021). Por lo tanto, la megalomanía masculinista refiere a la arrogancia propia del patriarcado cuya actitud de omnipotencia frente a la mujer o lo femenino, le hace capaz de cualquier conducta vejatoria que puede llegar hasta el femicidio. Lo más grave es que la megalomanía masculinista destruye vidas de mujeres y su entorno, creando una percepción de inseguridad y vulnerabilidad, produciendo un abismo imposible de cruzar donde se mata el amor, la confianza, la autonomía y la vida. Incluso, la misma megalomanía masculinista, es la que permite que tantas mujeres no denuncien, pues destruyen su propia capacidad de discernimiento al hacerlas sentir culpables de sus propias reacciones de violencia; esto les permite quedar impune porque logran el silencio de las victimas ya sea por temor, vergüenza o amenaza.
Lugares peligrosos
La megalomanía masculinista se expresa de diferentes formas. En las últimas semanas hemos observado en los medios de comunicación que, desde los dispositivos de Estado, desde el deporte, desde los medios de comunicación y artísticos, desde los espacios privados y públicos se evidencia (…)
Texto completo en la edición impresa del mes de diciembre 2024
en venta en quioscos y en versión digital
E-mail: edicion.chile@lemondediplomatique.cl
Adquiera los periódicos y libros digitales en:
www.editorialauncreemos.cl