
La expresión “escudo humano” es relativamente reciente; la práctica, tan vieja como la guerra. “En el siglo VII —señalan los politólogos Neve Gordon y Nicola Perugini—, los chinos usaron tribus ‘bárbaras’ en la frontera turco-mongol como ‘tapones’, mientras que los mongoles desplegaron prisioneros como escudos durante sus conquistas”. Hoy el derecho internacional prohíbe esta práctica. El artículo 8 del Estatuto de la Corte Penal Internacional (CPI) estipula que, durante los conflictos entre Estados, los beligerantes no pueden “utilizar la presencia de una persona civil u otra persona protegida para poner ciertos puntos, zonas o fuerzas militares a cubierto de operaciones militares” sin cometer un crimen de guerra. El derecho consuetudinario amplía esta prohibición a los conflictos armados no internacionales. Sin embargo, las guerras en el Oriente Medio han puesto nuevamente de moda esta instrumentalización de las poblaciones. La decisión de Hamas de refugiarse masivamente detrás de los “escudos humanos” explicaría la mortalidad de los civiles en Gaza, según Tel Aviv —él mismo acusado de recurrir a ellos—. La ministra alemana de Relaciones Exteriores recientemente dio crédito a esta imputación israelí. “Las áreas civiles —declaró Annalena Baerbock— podrían perder su estatus de protección si los terroristas abusan de ese estatus”.
Por supuesto, hubo combatientes palestinos que operaron en medio de zonas urbanas. La extrema densidad del enclave y el encierro de sus habitantes lo explican. Sin embargo, la idea de “escudo humano” supone una intención deliberada de utilizar a las poblaciones con fines de disuasión. La organización no gubernamental (ONG) Human Rights Watch identificó dos situaciones en las que los combatientes de Hamas parecen haber elegido refugiarse detrás de los residentes israelíes durante los ataques del 7 de octubre de 2023. Es imposible excluir que luego los combatientes palestinos hayan recurrido nuevamente a la táctica en cuestión.
Desprecio por la vida
No obstante, durante las guerras anteriores, varias investigaciones llevadas a cabo a posteriori desmintieron las acusaciones de la misma naturaleza formuladas por Tel Aviv. “Hoy —señalan Gordon y Perugini— sabemos que las acusaciones de Israel según las cuales Hamas habría instalado su cuartel general bajo los hospitales Al-Shifa y Al-Quds eran invenciones y que fueron utilizadas para justificar moral y jurídicamente el ataque a esos hospitales, dando nuevamente un golpe mayor a las ya colapsadas infraestructuras médicas de supervivencia y de apoyo en la Franja de Gaza sitiada”. Por otra parte, la estrategia de los escudos humanos solo tiene sentido si el adversario reconoce “la humanidad del escudo y se siente moralmente obligado a frenar el ataque con el fin de no herir a la persona (…)
Texto completo en la edición impresa del mes de marzo 2025
en venta en quioscos y en versión digital
E-mail: edicion.chile@lemondediplomatique.cl
Adquiera los periódicos y libros digitales en:
www.editorialauncreemos.cl