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Examen a su electorado francés

¿Quiénes votan a la extrema derecha?

¿Un partido capaz de ganar ocho millones de votos en veinte años? Vale la pena preguntarse cuál es su receta. ¿Cuáles son sus ingredientes ideológicos o sociológicos? Sobre estos y otros temas, muchísimas publicaciones recientes aportan valiosas respuestas.

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Rolankay, Proyección (Óleo sobre tela), 2024
(Gentileza Isabel Croxatto Galería)

La pregunta ha dado lugar a tantos libros, coloquios y tesis que uno podría imaginarla resuelta. ¿Quién vota a la extrema derecha y por qué? Desde sus primeros éxitos hace cuarenta años, el Frente Nacional (FN), convertido en Agrupación Nacional (RN, por su sigla en francés) en 2018, es “indiscutiblemente el partido político francés más estudiado en las últimas décadas”, observa el politólogo Alexandre Dezé, habiendo sido analizado en no menos de 210 libros entre los años 1980 y 2017 (1). Y el flujo no se ha detenido. ¿Cómo interpretar la lógica territorial de su creación? ¿Es su auge indicativo de una derechización del país? ¿Sus votantes están motivados principalmente por consideraciones sociales o culturales?

Sus electores no justifican su voto de la misma manera, ni muestran la misma adhesión al partido; sus motivaciones varían en función de sus antecedentes biográficos, su edad, su origen social, profesional o geográfico, etcétera. Habría que hablar por lo tanto de “los” votantes de Agrupación Nacional, dado que este partido penetra en todos los ámbitos de la vida. En las elecciones europeas de junio de 2024, la lista encabezada por Jordan Bardella [de RN] se situó a la cabeza en todas las categorías socio-profesionales, alcanzando un 53% entre los trabajadores, un 40% entre los empleados, pero también un 20% entre los ejecutivos (al mismo nivel que Raphaël Glucksmann, de centroizquierda) (2). La RN se apoya en una base obrera poco calificada, pero también cuenta con el apoyo de cierta burguesía. Por ello, la mayoría de los investigadores son reacios a sacar conclusiones demasiado generales o a abordar temas demasiado amplios, y prefieren realizar estudios parciales sobre barrios u oficios concretos, para examinar todas las complejidades de las opciones electorales. A los medios de comunicación, por su parte, no les importan esos matices.

Las teorías del territorio

Ya en los años 90, el geógrafo Jacques Lévy se dio a conocer con su teoría del “gradiente urbano” (3): el voto al FN, muy débil en el centro de los grandes centros urbanos, espacios de diversidad y de conexiones internacionales, aumentaba a medida que se avanzaba hacia zonas menos densas y menos diversas, suburbios y zonas rurales, donde el apego a las identidades locales y tradicionales es fuerte. Todo es cuestión de densidad y diversidad. A pesar de haber sido invalidada por numerosos contraejemplos y criticada por su dudoso uso de las estadísticas y su descuido de las variables sociales, la tesis de Lévy ha gozado de cierto éxito. Sobre todo desde que algunos de sus seguidores la han perfeccionado añadiendo algunas consideraciones económicas. Un ejemplo es el geógrafo y consultor Christophe Guilluy, autor de un best seller en 2014 (4). Sostiene que, si bien la fractura territorial es real, en realidad se da entre una “Francia metropolitana” próspera, atravesada por los flujos materiales, financieros y humanos del capitalismo, la Francia de las “élites” y de los “ganadores de la globalización”, y la “Francia periférica”, golpeada por la desindustrialización, aislada de la creación de riqueza, lejos de las zonas de empleo, la Francia del “pueblo” y los “olvidados”, que vota masivamente a la extrema derecha.

Trayectoria sociológica

Diversos especialistas han criticado a Guilluy por homogeneizar la Francia rural y pueblerina y presentar un panorama desmesuradamente sombrío, embelleciendo al mismo tiempo el destino de los suburbios obreros. Algunos han señalado, con estudios que los avalan, que vivir en los suburbios, cuando se elige el municipio de residencia y éste ofrece un entorno de vida agradable, no favorece el voto de extrema derecha (5). Otros han subrayado, cruzando un amplio abanico de datos a nivel de los colegios electorales (registros electorales, cuestionarios de salida de urnas, estadísticas de censos, etcétera) que la ubicación es un factor menos determinante en las opciones electorales que la edad, los estudios universitarios o la profesión. En su investigación sobre el área urbana de Nantes, el geógrafo Jean Rivière señala que “los cambios electorales siguen de cerca la trayectoria sociológica de los barrios de la metrópolis” (6). La ruptura de los bloques electorales y la tripartición política resultante de la victoria de Emmanuel Macron en 2017 han socavado un poco su teoría, pero Guilluy no se rinde: “No hay tres bloques sino dos, las metrópolis contra la Francia periférica”, volvió a explicar el día después de la segunda vuelta de las elecciones legislativas a Le Figaro el 15 de julio de 2024.

En el mercado de las explicaciones electorales con credenciales, el consultor compite ahora con el director del Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP), Jérôme Fourquet. En una trilogía iniciada con L’Archipel français (Eyrolles, 2019) y seguida por La France d’après. Tableau politique (Eyerolles, 2023), el encuestador corrige algunos defectos de sus predecesores. Examina diversas variables, diferentes escalas y pone de relieve la fragmentación local. Lo que emerge es una Francia no cortada en dos, sino “archipielágica”, desperdigada entre grupos establecidos en territorios diferentes, que no comparten los mismos modos de vida ni las mismas concepciones del mundo. La France d’après nos dice que, en Alsacia, los clubes de campo se concentran sobre todo en las zonas suburbanas (donde el voto a la RN es fuerte), mientras que las tiendas de kebab se sitúan principalmente en las grandes ciudades (Estrasburgo, Mulhouse y Colmar) y sus suburbios (donde la izquierda obtiene sus mejores resultados). Que los propietarios de cafeteras de cápsulas de plástico votaron más a Macron en 2022, mientras que los de cafeteras de cápsulas de papel favorecieron a Le Pen. Que una alta densidad de tiendas “orgánicas”, cafés Starbucks, lugares para brunchear y restaurantes que figuran en la guía Fooding se tradujo en un voto más alto para los ecologistas en las elecciones municipales de 2020, como sucedió en Burdeos y Grenoble. Éxito mediático garantizado.

A partir de estos avances conceptuales, Fourquet concluye que la extrema derecha se dirige al “gruppetto”, los miembros relegados de la sociedad de consumo, de un modo que confunde estrategia electoral con colocación de productos, grupos sociales y segmentos de mercado. Aunque utiliza innumerables variables, en general solamente cruza dos o tres, oportunamente elegidas, y la yuxtaposición de las cartas sirve como demostración. El hecho de que los votantes de las pequeñas ciudades de Somme y Aude (con entre 500 y 5.000 votantes censados) en las que hay turbinas eólicas dieran a Le Pen una “prima de algunos puntos” en 2022 sugiere que las medidas ecológicas alimentarían el voto de extrema derecha. Para ilustrar la fractura entre la “Butte [Montmartre] macronista” y la “Goutte d’Or melenchonista” en el distrito 18 de París, Fourquet optó por utilizar los precios inmobiliarios y la presencia de tiendas africanas, en una oposición caricaturesca entre blancos ricos e inmigrantes pobres.

Turbinas eólicas

Veamos estos dos ejemplos a partir de investigaciones académicas recientes. Varios investigadores han estudiado la cuestión de las turbinas eólicas en la región de Hauts-de-France (7). También ellos constatan un “sobrevoto” a favor de la RN en los municipios donde se instalan estas máquinas. Pero no se detienen ahí. Analizando los datos sociodemográficos de las zonas afectadas, han podido constatar que en los municipios con turbinas eólicas vive más gente de clase trabajadora, personas precarizadas y sin estudios universitarios, es decir, una población más proclive a votar a la RN. Los sociólogos observan que “cada vez más, la energía eólica se (…)

Artículo completo: 4 055 palabras.

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Benoît Bréville

Director de Le Monde diplomatique

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