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La violencia y la infancia

La niñez y los conflictos con la ley

La Defensoría de la Niñez ante el proyecto que aumenta las penas para los adolescentes infractores de ley aprobado por la Cámara de Diputados, hace bien al decir que “el proyecto de ley presenta una propuesta que va en sentido contrario a la evidencia internacional desarrollada en la materia, dado que no se ha demostrado que el aumento de penas tenga el efecto de prevenir la ocurrencia de delitos” (1). En breve, el cambio más significativo aprobado es el aumento de la pena máxima elevándola de ocho a quince años, para los menores de 18 y mayores de 14 años.

Como su nombre lo indica, las penas son una forma institucional y legal de castigar a los infractores de ley, de usar la violencia en contra de ellos. La violencia es el uso del dolor para doblegar la voluntad del otro, la violencia puede ser el acto mismo de causar dolor o la amenaza de su uso.

Los niños son todas las personas menores de 15 años, ellos son sujetos de todos los derechos como cualquier persona, entre los cuales está el derecho a decidir sobre su persona y a participar en toda decisión colectiva que afecte o pudiese afectar sus derechos.

Desde hace tiempos es recurrente el empleo de la violencia por parte de los jóvenes, desde la década de los años 50 y 60 del siglo pasado los jóvenes aparecen asociados a una construcción cultural, contra cultural si se quiere, que se expresa con una forma musical nueva y singular que es el rock and roll, tomada del folclore rural estadounidense, también se relaciona a la actitud agresiva en sus maneras de vestirse y acicalarse, a sus maneras disruptivas de conducirse en lo social con la finalidad diferenciarse de los adultos. En 1955 la película “Semilla de Maldad” universaliza el rock and roll y esta moderna manera de ser joven. Todo lo cual culmina planetariamente en Paris durante mayo del 68, que instaura el inicio de la cultura que rige nuestras actuales relaciones, la cual está marcada por la libertad sexual, la igualdad de género, la autonomía sexual y reproductiva de las mujeres, la universalidad de los derechos a la salud, a la previsión social y la educación e instaura la necesidad universal de la democracia, entre otras materias.

Escolaridad

Pero, lo que hoy nos preocupa son los niños, en particular en su estatus universal de escolares, ya que los niños o son escolares o son desertores del sistema escolar, en fin, el estatus de escolaridad es el que mide la legalidad de los niños.

Cómo nos representamos a los niños nos dice de sus padecimientos, pues no es una mera casualidad que en la grandiosidad cultural y la pobreza moral del Imperio Romano sea la imagen del niño dios el elemento fundante de la nueva moral, el cristianismo, que así reconoce la desprotección y el abandono de los niños, en ese universo mercantil que era el mundo mediterráneo; pues, eso es la celebración universal de la navidad. Luego, los niños serán las grandes víctimas de la urbanización vertiginosa que trae el capitalismo, su personaje universal será el pillastre desde las novelas de Dickens al cine de Chaplin.

El ejercicio de la violencia contra los niños y los adolescentes tiene una multiplicidad de estudios y de maneras para tematizarlo que es difícil de exponer de manera exhaustiva y breve, pero, la muerte intencional de los niños como forma extrema de la violencia es una forma expedita de medir el impacto del uso del dolor en contra de ellos.

Durante los años 2018 y 2021 entre 37 y 41 niños, niñas y adolescentes fueron víctimas de homicidio en Chile, los que se elevan a 54 en 2022, a 66 en 2023 y 76 en 2024, según la Fundación Amparo y Justicia, un alza del 51% en seis años. En general, ese aumento en los homicidios de los niños sigue el mismo ritmo de aumento que los homicidios para todas las edades, que en 2018 fueron 845 víctimas, que se van elevando año a año hasta llegar a 1.330 en 2022 y estabilizarse en 1.207 víctimas en 2024, esto quiere decir que nuestra tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes pasó de 4.5 en 2018 a 6.7 en 2022 para luego disminuir a 6.0 en 2024. Aquello era bastantes bueno frente a la media mundial de 6.0 homicidios por 100.000 habitantes, entonces, hoy no estamos ni bien ni mal. No obstante, en el período analizado (2018-2024), mientras que el crecimiento de la (…)

Artículo completo: 2 236 palabras.

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Ibán de Rementería

Observatorio Gobierno del Miedo
Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

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