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4 de noviembre de 1970 – 11 de marzo de 2022. Por Miguel Lawner

¡Qué privilegio ser protagonista de una situación análoga, transcurridos 52 años!

Si...entonces, a partir de un día como hoy, durante mil días, entregamos la dignidad, los sueños y la esperanza para millones de hombres, mujeres y niños siempre postergados, cuando no humillados. Humildes trabajadores o campesinos llegaron a ser dueños de su futuro. Dirigieron fábricas y asentamientos. Gozaron del derecho al descanso. A conocer el mar por primera vez en sus vidas. A vivir bajo un techo digno y hermoso. A administrar la mayor riqueza de Chile: nuestro cobre. Si...el cobre que la naturaleza fue pródiga en regalarnos. A disfrutar con el estallido cultural y artístico que deslumbró al mundo: los Inti, los Quila, Víctor el inmortal, la indómita Violeta y sus hijos. Balmes, Núñez, el Lalo y sus pinceles mágicos, los arquitectos, obreros, artesanos y constructores, deslumbrando al mundo con la construcción del edificio UNCTAD. Todos los niños... todos, disfrutando por primera vez en su vida de medio litro de leche cada día a lo largo de los inolvidables mil días.

Hoy amanecimos nuevamente cargados de fe y de esperanza. Gabriel no nos defraudó desde su primer día a cargo del timón de esta nave extraviada durante los últimos 50 años. Compartió el desayuno en el palacio del cerro Castillo, junto con dirigentes vecinales del puerto.

Su tarea no será fácil. Hereda un país saqueado por la voracidad de un puñado de magnates. Corrupto a los más altos niveles empresariales, políticos y de las fuerzas armadas. Una tierra sedienta de nuestras aguas, de nuestros ríos y mares, regalada a un puñado de privilegiados.

Gabriel recibe territorios convertidos en zonas de sacrificio por su aire envilecido y también es heredero de muchos barrios de nuestras ciudades, desintegrados por monstruosas torres de vivienda.

Pero, además de todas estas desdichas, es heredero de millones de nuestros compatriotas, convertido en seres alienados por el consumismo y el personalismo. Personas empujadas a ignorar la fraternidad y la solidaridad, valores sin los cuales no puede construirse una sociedad sana.

Saludamos con entusiasmo y con esperanza a nuestro joven Presidente. Colaboraremos con él mientras nos acompañe la salud, en la noble tarea de recuperar todos los derechos de los que fuimos despojados, primero por la fuerza y el terror y más tarde, por la hipocresía complaciente con el perverso modelo de economía neoliberal.

Bravo Gabriel. Bravo por todos quienes fuimos tenaces en las luchas que desembocaron en este día. Somos merecedores de la alegría. No defraudaremos las esperanzas, Nuevamente el mundo volverá a poner sus ojos en este largo y flaco país, donde, sin duda, vuelven a abrirse las anchas Alamedas.

Miguel Lawner

11.03.2022.

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