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51 años del golpe militar. En la memoria incansable para el no olvido. Por Sonia Brito, Lorena Basualto y Andrea Comelin

A 51 años del golpe militar y civil, se hace imprescindible no olvidar la historia y memoria de nuestro país. La dictadura militar ha dejado cicatrices eternas en Chile, en las familias y en las personas que sufrieron vulneraciones en sus derechos fundamentales. Tantas y tantos que han dejado este mundo buscando a sus seres queridos, exigiendo justicia y reparación.

Ni la justicia, ni la reparación se han alcanzado plenamente, debido al silencio cómplice de los perpetradores, quienes siguen libres o han muerto sin ser juzgados, esta es una deuda histórica que aun enluta a nuestro país. Esto no solo es doloroso y vergonzoso, sino que tiene una tremenda complejidad, ya que se pide a las víctimas perdonar, pero ¿a quién pueden perdonar si no se ha presentado la posibilidad de saber la verdad? Se torna así en un escenario oscuro e impredecible en donde el entendimiento y el perdón se hace imposible, pues la verdad no tiene voz, no emerge de un rostro, por lo que el dolor persiste y el pasado siempre se conjuga en tiempo presente. No podemos olvidar los sufrimientos de las familias de las personas ejecutadas políticas y detenidas desaparecidas, además de todas aquellas personas que experimentaron la detención forzosa, la tortura, el exilio y la relegación. Esta es una herida abierta que no cerrará hasta que se realice una reparación histórica de justicia y memoria.

El ejercicio de la memoria trae al presente y nos otorga identidad, pertenencia. Nos muestra desde donde venimos para iluminar el presente, sin dejar que el olvido naturalice y nos despoje de lo que somos y hemos sido. Por eso cada 11 de septiembre volvemos a recordar la impunidad de aquellos años donde era imposible que operara la justicia y donde se negaban a los desaparecidos bajo el concepto de presuntos. A esto se agrega los montajes por parte de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y la Central nacional de inteligencia (CNI), además de la censura a los medios de comunicación que se les prohibía informar la verdad.

La impunidad, se impone ante la inoperancia de un sistema laxo, porque se percibe que, aunque se cometan delitos de lesa humanidad, los culpables no son juzgados, por lo que la corrupción y el encubrimiento se naturalizan, donde las fronteras éticas se contraen a la resignación y la aceptación de situaciones de horror y desesperanza. Entonces la deuda de toda una nación y de un país se hacen presente, pues un Estado que permite el olvido, que no trabaja por una reparación basada en la verdad, es un Estado que escinde con su ausencia el alma de un país. Deja en manos de las víctimas la búsqueda de la verdad y de justicia, delegando su responsabilidad en quienes han sido vulnerados/as y dañados/as.

La persistencia de familiares de detenidas/os desaparecidas/os ha clamado de manera incansable y han exigido justicia, permaneciendo como testimonio y patrimonio vivo para el no olvido. Son los rostros de los que ya no están, son las palabras de las personas acalladas y la presencia eterna de quienes aún creemos en la construcción de una sociedad más justa, equitativa, consciente y valiente. Es necesario, seguir exigiendo y buscando la verdad, la justicia y la reparación. De allí la importancia de que los 51 años del Golpe se constituyan en una exigencia de derechos constitutivos. Aunque sea amargo mirar el pasado, la memoria es necesaria porque solamente desde allí se puede construir un nuevo Chile para levantar una democracia que, desde sus fragilidades, intenta defender la historia y la memoria, luchando para que emerja la verdad. Ese grito del nunca más debe ser un imperativo para nuestros gobiernos, no mañana o en un futuro, sino hoy.

No podemos tolerar discursos negacionistas, ¡esto es una inmoralidad y una vergüenza pública!, porque el negacionismo es la justificación de la violación a los derechos humanos perpetrados en dictadura. Otros, plantean un negacionismo solapado referido a ‘dar la vuelta la página’ y mirar hacia el futuro, invisibilizando la profundidad de los horrores cometidos en la dictadura militar y civil. Sustentar creencias arraigadas desde la posición de los perpetradores es un atentado a la justicia, una amenaza a la paz y a la democracia. Ese actuar daña, divide y cercena la ansiada reconciliación que todos buscamos alcanzar. Esta será posible solo cuando la voz de la verdad otorgue voz a quienes no están.

Es necesario caminar rescatando la memoria, buscando la verdad y la justicia. Con la confianza en las nuevas generaciones que toman, al modo de una posta, el testigo, en tanto continúa con el compromiso político de tantos jóvenes que lucharon por la libertad, la democracia y la dignidad de todos y todas las ciudadanas; no tuvieron temor de cambiar los paradigmas, aunque esto tuviera un costo muy alto en lo personal y en lo familiar.

Convocamos a repetir este Mantra del NUNCA MÁS que fue proclamado en víspera del 11 de septiembre del 2023, con motivo de los 50 años del golpe de Estado, por mujeres que rodeamos el palacio de la moneda, vestidas de negro y con una vela blanca recordando a las personas caídas en dictadura. La lucha que debe persistir es no dejar que el negacionismo se apodere de los discursos oficiales para que Justicia social, el no olvido y la reparación se constituyan en un imperativo y en un grito de voces unísonas del NUNCA MÁS.

  • NUNCA+ La democracia bombardeada
  • NUNCA+ Un presidente muerto
  • NUNCA+ En llamas La Moneda
  • NUNCA+ La violencia desatada
  • NUNCA+ Un país en el espanto
  • NUNCA+ La palabra silenciada
  • NUNCA+ Los libros en la hoguera
  • NUNCA+ Los huesos en el desierto
  • NUNCA+ Las lógicas de guerra
  • NUNCA+ Exiliados de nuestra tierra
  • NUNCA+ Política de la masacre
  • NUNCA+ Masacre de la política
  • NUNCA+ Cuerpos torturados, violados
  • NUNCA+ Violencia sexual política
  • NUNCA+ Cuerpos quemados, degollados
  • NUNCA+ Desaparecidas/os ni ejecutadas/os
  • NUNCA+ Relegadas/os ni erradicadas/os
  • NUNCA+ Niñas/os robadas/os
  • NUNCA+ Búsquedas sin respuesta
  • NUNCA+ Los dañados sin justicia
  • NUNCA+ Poblaciones entre rejas
  • NUNCA+ Un canto silenciado
  • NUNCA+ Odiarnos entre hermanas/os
  • NUNCA+ Ideas censuradas
  • NUNCA+ Personas prohibidas
  • NUNCA+ EI fin de la memoria
  • NUNCA+ Hermanas/os delatadas/os
  • NUNCA+ Corazones traicionados
  • NUNCA+ Una dictadura
  • NUNCA+ Una dictadura
  • NUNCA+ Una dictadura

NUNCA+ 50 veces 50…sin cuenta.

Dra. Sonia Brito Rodríguez
Departamento de Trabajo social
Universidad Alberto Hurtado

Dra. © Lorena Basualto Porra
Carrera Trabajo Social
Universidad Alberto Hurtado

Dra. © Andrea Comelin Fornés.
Carrera de Trabajo Social
Universidad de Tarapacá

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