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A 27 años de su asesinato: los hermanos Vergara Toledo florecen con el despertar de un espacio juvenil que se organiza para avanzar y transformar el tedio en demandas sociales. Por Marco Silva Cornejo

Durante esta semana, particularmente el 29 de Marzo, se conmemora el 27 aniversario de la muerte de los hermanos Vergara Toledo. (hermanos, jóvenes o militantes…) Íconos de la brutalidad policial desatada en poblaciones durante la dictadura de Pinochet, pero por sobre todo íconos de la caligrafía y el sentido que representa a la juventud que desde sus compromisos políticos, sociales y militantes, asume tareas de solidaridad y organización para defender las demandas de sus comunidades y entornos directos.

Las movilizaciones estudiantiles que irrumpieron durante el 2011 en la retina social, recuperan parte del legado que los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo inscribieran con su asesinato en lo más alto de la memoria social del chile que resistía a la dictadura.

Eduardo y Rafael, en su condición de militantes miristas, asumieron un rol activo en las organizaciones de base, multiplicando con el entusiasmo propio de la juventud su aporte en el trabajo cotidiano, en la reconstrucción del tejido social y en la organización política de los pobladores del sector Estación Central en Santiago de Chile.

El asesinato de los Vergara Toledo por parte de carabineros, posibilito la generación de una memoria social que los reclama y proyecta sobre el presente, impulsando las demandas estudiantiles desde su ejemplo y revalidando la necesidad de comprometer e implicar al mundo de lo juvenil en la tarea de las construcciones colectivas por transformar los espacios de desarrollo en los que habitamos.

Los hermanos Vergara Toledo renacen cotidianamente en la marcha estudiantil por una educación: pública, gratuita y de calidad. Florecen en los jóvenes mapuche que se organizan junto a sus Loncos en los territorios militarizados de Ercilla y malleco. Acompañan contentos las barricadas y manifestaciones de organización popular en Aysén, resisten desde la memoria porfiada el avance de transnacionales y nos recuerdan cada 29 de Marzo que: Luchar es joven.

Los últimos acontecimientos que ha vivido Chile durante el trienio 2010-2012,: la reconstrucción de las organizaciones de base, el despertar de las demandas adormecidas por una transición pactada y tutelada, han posibilitado que el ejemplo de Rafael, Eduardo y tantos otros jóvenes asesinados en el marco de la dictadura de Pinochet, sean entendidas desde una nueva perspectiva en su valor histórico, político y social.

Debemos avanzar en fortalecer la implicancia y el compromiso de nuestros jóvenes con sus entornos sociales, con sus vecinos y pares. Apoyar las demandas del mundo juvenil desde la posibilidad de sumar voluntades en la tarea de reencantar para transformar. Ese es el desafió del presente. Proyectando desde la experiencia adquirida y desde la memoria social de nuestros jóvenes asesinados toda la fuerza de la historia.

Sabemos que el modelo de desarrollo genera brechas, distancias y periferias en las que se sitúan sujetos que padecen y sufren, desde esta perspectiva, asumir un rol activo en la transformación de nuestros entornos y disponer estos esfuerzos en la tarea de transformar el modelo de desarrollo, es un imperativo ético, político y vital, a esta tarea nos invitan los jóvenes del chile estudiantil y popular, los jóvenes Mapuche de la IX y VIII regiones, los jóvenes pobladores de Aysén. En esa tarea fue también que hace 27 años los Vergara Toledo fueron asesinados.

Marco Silva Cornejo

Mg. Ciencias Sociales Aplicadas UFRO.

27 de marzo de 2012

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