Amarrar, amarrar que el gobierno se va a acabar

No es lo mismo, pero las leyes y decretos dictados en enero-febrero de 1990 por la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet, a solo semanas de abandonar La Moneda, es una práctica bastante parecida a la que ahora lleva a cabo el gobierno derechista de Sebastián Piñera, también a semanas de dejar el sillón presidencial y luego de una contundente derrota de su sector, que por lo demás varios se la adjudican al propio mandatario.

Tanto en el Congreso como en los equipos de la presidenta electa, Michelle Bachelet, hay preocupación por las medidas que ha estado tomando el gobierno que, vistas en conjunto, configuran un plan de “amarres” para la nueva administración, así como la puesta en práctica de una política que busca imponer una visión ideológica, incluso saltándose la ley o atropellando a otros poderes del Estado.

Esto último es lo que sucede con la dictación del decreto supremo 153 del Ministerio de Economía, que permite a las grandes corporaciones del retail y financieras modificar unilateralmente los contratos y aumentar las comisiones. Es exactamente lo mismo que la Corte Suprema sancionó contra Censosud, al considerar que la empresa cometía un ilícito al aumentar unilateralmente los cargos al cliente-deudor y por tanto vulneraba las leyes de Protección al Consumidor…