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Aún están vivos los antiguos prejuicios que aun hoy se pisotean. Por Jaime Valdivieso

Es sorprendente comprobar como algunas ideas que nos motivan en los días de hoy respecto a los mapuches y al mestizaje, estaban ya en la mente de patriotas hace varios siglos atrás. Tal ese el caso de Francisco Bilbao, nacido en 1823 y que a los diez años acompañaba al destierro en el Perú a su padre, apasionado pipiolo y revolucionario. Como rebelde y crítico de su época fue el efecto natural de la polarización que producía en ciertos jóvenes (su amigo Santiago Arcos entre otros), el alma profundamente conservadora y conventual del país en un espíritu generoso y de gran bondad que deseaba profundos cambios en la sociedad.

Desde Valparaíso donde residía su padre salta a Europa. Es el forzado itinerario que desde entonces marca la juventud intelectual y artística de Latinoamérica.

Vuelve a Chile en l850 y junto a Santiago Arcos fundan La Sociedad de la Igualdad. Esta Sociedad Marca el primer hito en nuestra historia en la osadía de sus propuestas y en el hecho de que algunos hijos de la propia oligarquía cuestionan su propia clase tal como ocurre hasta el día de hoy.

El club tiene por objeto la organización social chilena que se les presentaba como un monstruo de atraso e injusticia. Arcos se inclina hacia el comunismo más que Bilbao.

Estos son algunos de los ejemplos de una sociedad profundamente conservadora donde a pesar de todo surgen mentes jóvenes y rebeldes que se oponen a un estatus ultra reaccionario y eclesiástico como era la oligarquía chilena desde un comienzo y que ven en las culturas originarias el derecho de intervenir en la política de nuestros países.

Nada sabía Bilbao en esos momentos que cien años después otro joven aunque no de su misma clase, conocería igualmente Europa de la cual extraería experiencias y consideraciones semejantes respecto a la libertad y a la justicia y que se llamaría José Emilio Rebabarren.

Estas fueron las últimas reflexiones de cómo Bilbao recogió la lección de la unión y hermandad latinoamericana que hoy pareciera reflorecer y que nació con los primeros libertadores como San Martín y O!Hhiggins, algo que después de ellos se ha perdido en la mayoría de los presidentes y políticos de nuestros días, sobre todo en lo que respecta a las culturas originarias parte fundamental de una visión latinoamericanista para resolver los mismos problemas raciales y los conflictos ya sean fronterizos, políticos y económicos.

Ha llegado el momento en que los conceptos de identidad, mestizaje y latinoamericanismo deberían ser enseñanza obligatoria desde la básica hasta las universidades, pues son el fundamento de una verdad esencial sin la cual seguiremos viviendo una mentira que afecta nuestra psiquis y por lo tanto nuestra vida.

Jaime Valdivieso B.

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