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Todo el oro de México

Carlos Slim, una fortuna de Estado

En 2007, el empresario mexicano Carlos Slim apareció primero en la lista de las personas más ricas del planeta que publica todos los años la revista Forbes. Poseedor de una fortuna que alcanza varios récords –entre ellos el de representar el 8% del Producto Bruto Interno de México– el ascenso de Slim y de su imperio, el Grupo Carso, es representativo de la construcción de un capitalismo nacional de amigos, que levantó vuelo con la crisis financiera mexicana de los años 1980 y con las muy ventajosas –sobre todo para Slim– privatizaciones.

Al leer la gran mayoría de los artículos sobre el mexicano Carlos Slim que inundaron la prensa luego de que se ubicara en el primer puesto de las fortunas del planeta, su tren de vida parecería más cercano al del mexicano promedio, que al de un miembro del jet set por el que “sólo siente desprecio”. “No hay ‘despilfarro’ escandaloso en este apasionado del béisbol que no usa computadora, escapa a las cenas mundanas, prefiere los ajíes al caviar, y que durante mucho tiempo condujo él mismo su automóvil”. Todo en él indicaría pues “austeridad”, e incluso “humildad”. Todo... salvo las cifras.

La riqueza en contexto

Según la revista Forbes, en el verano boreal de 2007 la fortuna de Slim ascendía a 59.000 millones de dólares. Para Sentido Común, un sitio de internet mexicano de información económica, Forbes estaría equivocada, ya que a quien también llaman “el Rey Midas” habría aprovechado un buen momento en la bolsa para superar los 67.000 millones de dólares, una suba aproximada del 740% con respecto al 2000. En ese entonces, “sólo” representaba la trigésimo tercera fortuna del mundo...

Artículo completo: 295 palabras.

Texto completo en la edición impresa del mes de julio 2008
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Renaud Lambert

Periodista.

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