Chile avanza en la recuperación de sus derechos

La enorme envergadura de las movilizaciones de julio y agosto que reclaman el fin del sistema privado de pensiones han cambiado la agenda pública y ha colocado a las élites política y económicas a la defensiva, pese al enorme poder que ostentan y que usan para proteger el modelo que expropió a mano armada las jubilaciones de los trabajadores durante la década de los 80, cuando campeaba el terrorismo de Estado.

Las marchas y protestas convocadas por el Movimiento No+AFP ha puesto en movimiento a centenares de miles de personas que sienten amenazadas sus vidas en el presente y en el futuro, a las que no les basta “ajustes” o “reformas” menores que no modifican de fondo el sistema basado en la capitalización individual, un “pilar solidario” que otorga pensiones que empujan a la pobreza o la promesa de una AFP estatal que no cambia las reglas del juego.

El ciclo de movilizaciones que se abrió el 2011 con los estudiantes, que siguió con levantamientos ciudadanos en Punta Arenas, Chiloé, Aysén y Freirina, entre otros lugares, parece consolidarse con el rechazo masivo al actual sistema de pensiones. Son millones de personas que entraron en un periodo acelerado de politización, aprendizajes y toma de conciencia de su fuerza y capacidad de generar cambios...