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Chilen@s del extranjero, hacia la recuperación de la ciudadanía! Por: Rodrigo Olavarría

Para los apurados:

Para conseguir el derecho a voto, necesitamos del apoyo de nuestros compatriotas en Chile al mismo tiempo que debemos dar a conocer nuestro interés en recuperar nuestra ciudadanía. Demostrar con hechos que los chilenos en el exterior SI queremos participar en la consolidación de un país desarrollado, para ser y sentirnos parte de una Nación democrática y moderna. En resumen, poco importan las razones por las que partimos si al hacerlo fue con una inmensa tristeza, jurándonos en secreto que algún día volveríamos.

Votar es un sueño para innombrables chilen@s que vivimos fuera. Han habido varios intentos. El último, proyecto de ley presentado por el gobierno actual, creaba categorías de ciudadanos chilenos. Por una parte, aquellos que pueden pagarse un pasaje a Chile y por otra, esos otros que no tienen los medios para hacerlo. El acceso a la ciudadanía no puede tener precio.

Una realidad que se impone.

A donde vamos, lo primero que nos preguntan es de donde venimos: Where you come from? D’où viens-tu? de onde você é vindo? resuenan en los rincones más variados de nuestro planeta. En nuestras bocas una sola respuesta: Chile.

Cruzamos mares, desiertos y cordilleras. Nos sentimos chilen@s y no bajamos la mirada para reivindicarlo. Contamos nuestra historia, hacemos resonar los ecos de la gente de nuestra tierra. Así, poco a poco, comenzamos a tomar consciencia, en medio de la diferencia, de nuestro acento, de lo que significa ser chileno, de lo que implica nuestra identidad, esa famosa y en pleno proceso de construcción que llamamos chilenidad.

En ese destierro impuesto por la esperanza; un plato, un olor, un color, una melodía, un rostro son factores de una indescriptible melancolía. Añoramos en silencio y viajamos secretamente a los pies de la cordillera, llamados por las voces de nuestra gente.

En realidad, poco importan las razones por las que partimos si al hacerlo fue con una inmensa tristeza, jurándonos en secreto que algún día volveríamos.

Chile: herencia para nuestros hijos

Gracias al cambio constitucional del 2005 y a pesar de la distancia, nuestros hij@s son automáticamente chilen@s. ¡Qué orgullo y qué responsabilidad es portar en nuestras entrañas las semillas de Chile!

Los acuerdos bi y multilaterales tienen una incidencia en nuestras vidas de afuerinos. Una buena representación de los intereses de tod@s los chilen@s, nos permite, entre otras cosas, entrar a ciertos países sin necesidad de visa, iniciar relativamente de forma fácil comercios, realizar transacciones desde y hacia Chile, vivir experiencias académicas en prestigiosas casas de estudio gracias a becas o al esfuerzo de las familias, ejercer nuestras profesiones, realizarnos como personas que viven en su época, que hacen parte de un mundo globalizado.

Lamentablemente, a pesar de la incidencia de las decisiones tomada en Chile sobre nuestras vidas, de la fuerza de nuestros lazos, del reconocimiento del derecho de sangre, se nos niega el derecho de voto. Simplemente, al partir dejamos de ser ciudadanos.

Numerosas son las razones que frenan nuestra participación

Se esgrimen los famosos equilibrios partidistas, el temor de sectores conservadores de ver su influencia disminuida producto de los supuestos origines políticos de quienes nos encontramos en el extranjero.

Políticamente, se nos toma de rehenes. Dicen saber lo que es mejor para nosotros, los que vivimos fuera. Asistimos a un circo en el que somos las supuestas fieras. Felinos sedientos que en realidad no tienen pito que tocar en la dirección que tomará el show.

A ésto se agrega la creencia que dice que porque vivimos fuera “no tenemos nada que ver con Chile”. Como si nuestra participación en los asuntos chilenos fuese una intromisión y una supuesta perdida de soberanía para quiénes se quedaron allá.

Pero si creemos que la soberanía es así, me pregunto yo :

Y las presiones exteriores que pesan sobre nuestra franja de tierra? Aquellas que influyen directamente sobre nuestra vida política, económica y social. Como por ejemplo la influencia que tienen en Chile el Banco Mundial, la OCDE o los tratados de libre comercio?

Y nuestra sociedad de mercado, importada de los Estados Unidos no nos obliga a caso a darle todas las garantías, todos los derechos (agua, caminos, energía, trabajadores baratos y mansos) a empresas extranjeras que vienen a “invertir” en el país? Esas multinacionales que operan en Chile, tienen sus principales intereses en el país?

Y toda esa cultura importada que no dudamos en idolatrar? Aquellas que seguimos hasta fundar nuestras tribus urbanas, mestizaje de cultura provenientes de otros continentes?

A pesar de lo intrusivo que parezca todo aquello, es el orden actual que gobierna el proceso de mundialización. Pero insisto, abrirse para otros sin abrirse para sus propios retoños es una aberración que no tiene cabida en la naturaleza. Como toda madre tierra, Chile no puede dudar en acogernos, somos sus frutos.

Un interés que se demuestra!

Claro que para llegar a votar hoy necesitamos el apoyo de nuestros compatriotas en Chile al mismo tiempo que debemos dar a conocer nuestro interés en recuperar nuestra ciudadanía. Demostrar con hechos que los chilenos en el exterior SI queremos participar en la consolidación de un país desarrollado, para ser y sentirnos parte de una Nación democrática y moderna. Muchas experiencias dan testimonio de ese anhelo.

Experiencias de voto simbólico en el extranjero

En el 2005, cuando vivía en República Dominicana, al mismo tiempo que todo Chile votaba para elegir a la primera jefa de Estado, 120 chilen@s se reunieron gracias al apoyo de la Unión dominico chilena, en el « Chacarero », el típico restaurante chileno, para realizar un simulacro de elecciones.

Como organizador y jefe de mesa, vi esa centena de compatriotas hacer la cola, presentar su carnet, entrar en las cabinas, votar, firmar y mancharse el dedo gordo con una sonrisa de satisfacción imposible de disimular. A más de 5000 kilómetros de la Patria, fui testigo de la religiosidad laica y republicana que inspira en cada sufragio.

Tantas otras experiencias similares han sido realizadas en todos los continentes que ya es difícil contarlas. Para no ir más lejos, en septiembre pasado, 240 chilen@s participaron en Savigny Le Temple, Francia, a un referéndum simbólico en donde 91% de los participantes se expresaron por :

* La redacción democrática de una nueva Constitución Política de Chile * El derecho a voto para los y las chilenas que viven en el extranjero * La elección de diputados y senadores que representen a los chilenos y chilenas que viven en el extranjero

Como en toda democracia, pero de verdad, es tiempo de pasar del voto simbólico al vinculante sobre materias que nos conciernen.

Legislador, vota ahora por la recuperación de la ciudadanía de los chilenos del extranjero

Es de esa democracia que reivindicamos nuestro derecho de voto. Es de esa sociedad, abierta, creciente, fuerte de su juventud y orgullo que esperamos un gesto, sin condiciones, para aquellos que nunca hemos dejado de mirar con esperanza nuestro país.

Rodrigo Olavarría – Master en cooperación internacional.

http://asambleachilefrancia.wordpress.com/

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