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Conflicto en Darfur

Crónica de un genocidio negociado

Sudán, Chad y República Centroafricana, desestabilizados por el conflicto en Darfur, se comprometieron a respetar la soberanía de sus vecinos en la cumbre Francia-África celebrada en Cannes el 14 de febrero. Pero la agitación diplomática enmascara un bloqueo político internacional cuyo fin último son los recursos petroleros. Las víctimas de las horrendas matanzas en Darfur ya son cerca de 400.000.

Desde 2003, dos millones de personas huyeron de Darfur (noroeste de Sudán), y 250.000 desde agosto de 2006. El vecino Chad se ve desestabilizado por la afluencia de refugiados. En cuatro años, el conflicto habría provocado 400.000 muertes. Los equipos humanitarios de las Naciones Unidas y de las organizaciones no gubernamentales (ONG) debieron cambiar 31 veces el lugar de implantación de sus campamentos para protegerse de la violencia. Lo cual no impidió que el 19 de enero varios de sus agentes fueran detenidos por la policía sudanesa y golpeados a culatazos en Nyala. En el curso de las masacres, fueron asesinados doce trabajadores humanitarios y otros cinco desaparecieron. Jartum justifica los frecuentes bombardeos aéreos asimilando las víctimas a los rebeldes que se negaron a firmar la “paz” de Abuja, el 5 de mayo pasado. En realidad, el gobierno sudanés trata sobre todo de impedir que los combatientes realicen un congreso con el fin de unificar su movimiento y tratar de retomar las negociaciones con el apoyo de la “comunidad internacional”.

Artículo completo: 237 palabras.

Texto completo en la edición impresa del mes de abril 2007
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Gérard Prunier

Investigador en el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS, París) y Director del Centre Français d’études éthiopiennes (ADDIS-ABEBA), autor de Darfur: The ambiguous Genocide, Hurst, Londres, 2005.

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