Cuando todas las víctimas de atentados no valen lo mismo

El 2 de noviembre pasado, los oyentes del informativo matutino de France Inter pudieron vivir un momento radiofónico singular. En su crónica semanal, Nicole Ferroni explicó que la habían invitado a modificar su intervención –dedicada inicialmente al acoso sexual– debido a los acontecimientos ocurridos el 31 de octubre en Nueva York–: el conductor de un vehículo había atropellado intencionalmente a varios transeúntes, con un saldo de ocho muertos y doce heridos. Visiblemente desconcertado, Nicolas Demorand reacciona: “Sí, esto es un acontecimiento. Pero, querida Nicole, estás descubriendo que la realidad a veces nos hace modificar lo previsto”. Sigue un silencio incómodo. “Es mejor no hablar al respecto, ¿esa es, si entiendo bien la moraleja de la crónica?”, continúa él. Nicole explica que ella cuestionaba “el impacto debido a hablar tan seguido al respecto”. El conductor de la segunda mañana más escuchada de Francia concluye con estas palabras: “Gracias. Por más que, lamentablemente, haya atentados tan seguido, pero lo hacemos intentando reflexionar, también”...