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Italia, símbolo de la falta de alternativas en Europa

Desafío para la izquierda Arco Iris

Tras las elecciones del 13 y 14 de abril, de no mediar sorpresas, Silvio Berlusconi podría acceder por tercera vez a la Presidencia del Consejo en Italia. Esta victoria será menos resultado de los esfuerzos de sus partidarios que del fracaso del gobierno saliente de su rival Romano Prodi y de la falta de una verdadera fuerza de renovación. En el Partido Demócrata, el personalismo en torno a Walter Veltroni llena el evidente vacío de programa. Mientras que para la nueva “izquierda Arco Iris”, la prueba electoral llegó demasiado pronto.

Desde la película Rashomon del japonés Akira Kurosawa –premiada en Venecia con el León de Oro en 1951– se sabe que una verdad es menos espectacular cuando se la mira desde cuatro o cinco puntos de vista diferentes. Por lo tanto, tratándose del nacimiento de ese sujeto político “unitario y plural” bautizado “izquierda Arco Iris”, más vale ponerse a buscar fragmentos de verdades contradictorias, pero unificadas por un acontecimiento clave: la derrota.

En efecto, no se puede negar que el Arco Iris es una tentativa de respuesta a la derrota sufrida por el gobierno de Romano Prodi (2006-2008) y su política de alianzas. A la izquierda del Partido Demócrata (PD) que actualmente reúne a los ex demócratas de izquierda y sus socios centristas, se agruparon varias fuerzas, todas ellas con reales dificultades para renovar el análisis de la sociedad italiana y arraigarse socialmente.

Artículo completo: 245 palabras.

Texto completo en la edición impresa del mes de abril 2008
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Rudi Ghedini

Periodista y escritor, Bolonia. Último libro publicado: Nel buio d’una nave, (Bradipolibri, Turín, 2007), una investigación sobre la muerte de trece obreros, el 13 de marzo de 1987, en el barco de transporte de gas “Elisabetta Montanari”.

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