Dejar que los dedos se paseen sobre las teclas de un piano o las cuerdas de una guitarra. Sea que practiquemos música o no, todos vivimos esa experiencia, sin imaginar que poníamos en peligro nuestra alma. Sin embargo, en algún lugar por detrás de las notas, rondaba el diablo.
Eso es al menos lo que la gente se imaginaba en la Edad Media cristiana. En esa época, desde Pitágoras, la perfección del cosmos se manifiesta a través de la de los números y la armonía: el Cuadrivium que corona los estudios universitarios descansa entonces en el estudio de la aritmética, la geometría, la astronomía y la música. Ciencias que a nadie se le habría ocurrido disociar…
Texto completo en la edición impresa del mes de enero 2014
en venta en quioscos y en versión digital
E-mail: edicion.chile@lemondediplomatique.cl
Adquiera los periódicos y libros digitales en:
www.editorialauncreemos.cl