El siglo de Lenin

Del terremoto que remeció a Rusia en 1917 emerge el relato de una revolución social que acompaña con radicalidad el partido bolchevique, fuerza política cuyo proyecto emancipador pasa prioritariamente por la educación de las masas populares.
Su enfoque autoritario, agravado por el “comunismo de guerra”, ya era criticado en tiempos de Lenin, con una pregunta clave: actuar con el pueblo o sólo en su nombre.
La revolución de octubre estremeció al mundo; también sacudió el arte, reinventado incluso en su finalidad. Sin embargo, en ausencia de las esperadas réplicas en Europa, su curso económico y diplomático tuvo que cambiar.
¿El fracaso del modelo soviético pone en tela de juicio el internacionalismo que acompañó sus primeros pasos?
Este dossier intenta entregar elementos para comprender ese gran acontecimiento que marcó el siglo XX.

URSS: Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Para empezar, el nombre no hace referencia a un territorio sino a una idea: la revolución mundial. Sus fronteras serán las del alzamiento que triunfó en Rusia, luego las de los que se esperan en otros lugares. En la esquina superior derecha de una inmensa bandera roja, una hoz y un martillo simbolizan el nuevo estado, cuyo primer himno nacional será… La Internacional.

El fundador de la Unión Soviética es internacionalista, sin lugar a dudas. Lenin vivió en el exilio buena parte de su vida de revolucionario profesional (en Múnich, Londres, Ginebra, París, Cracovia, Zúrich, Helsinki…). Y participó en casi todos los grandes debates del movimiento obrero. En abril de 1917, cuando vuelve a Rusia, donde acaba de estallar la revolución y el zar acaba de abdicar, su tren cruza el territorio alemán en lo más álgido de la Gran Guerra, se escucha La Marsellesa, un canto que para sus camaradas encarna la Revolución Francesa. Esta referencia está más presente en muchos aspectos en los textos de Lenin que la historia de la Rusia de los zares. Estar a la altura de los jacobinos, “el (...)