El verano del enojo en Hong Kong

Marginales durante mucho tiempo, las manifestaciones del 1 de julio que marcan la restitución de Hong Kong a China han tenido este año una afluencia récord. Miles de personas de todas las condiciones sociales siguen movilizados después de haber ocupado el corazón del barrio de negocios en nombre de la defensa del sufragio universal. El gobierno acepta el principio de elección, con la condición de poder seleccionar los candidatos.

Creado en enero de 2013, el movimiento Occupy Central (“Ocupemos el centro de la ciudad”) nació del sentimiento de frustración creciente de los hongkoneses frente a las repetidas negativas de Beijing de instaurar un régimen democrático en su territorio. Antes de su restitución a China en 1997, Hong Kong estaba dirigida por un gobernador nombrado en Londres, y administrada por instancias políticas complejas, cuya herencia sigue presente.

En la actualidad, el jefe del ejecutivo que nombra al gobierno, es elegido por cinco años, pero únicamente por grandes electores, designados en el momento de las elecciones dentro de su colegio socioprofesional y reunidos en un comité electoral de mil doscientos miembros (ver Recuadro). Dispone del derecho de veto sobre las leyes. El Consejo Legislativo (Legco), a su vez, está compuesto en partes iguales por representantes elegidos en sufragio universal y por delegados de las corporaciones. De hecho, incluso estas instituciones están agotadas: entre 2005 y 2012, cerca del 42% de las leyes propuestas no llegaron a concretarse.