Encuentro mundial de asambleas ciudadanas en París

Crisis es la palabra que mejor define la sombra que oscurece al mundo, y no es la de la nube volcánica que ha hecho cerrar varios aeropuertos europeos, trayendo el recado que la “Pachamama está molesta”, como dijo un Presidente andino, también para el “civilizado” norte. Crisis es la palabra clave de la falta de sentidos compartidos que agrieta el orden político mundial por todos lados, crecientemente, haciendo de la injusticia, el cinismo, el resentimiento y la violencia la auténtica regulación del orden mundial más allá del cada vez más deslucido y agrietado cartón piedra de los discursos. Crisis, el santo y seña de una desigualdad y miseria tan inexplicables como vergonzantes, que mantiene llenas las estaciones de trenes europeas con indigentes que duermen en el suelo, buscando algo del calor esquivo de la prosperidad, y no todos son inmigrantes. Crisis múltiple, integral, total, terminal, de civilización. Económico financiera, política, socio cultural, ecológica… Ética...