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Es urgente entender que la maternidad no puede ser a la fuerza. Por Carla Neira Jofré

Siendo joven y fértil, no me parece coherente forzar el nacimiento de una criatura sólo para castigar a la mujer ¿Tiene sentido obligar a parir a quien no quiere, no puede o no se siente capaz de cuidar de otra vida?

Ser madre es algo a lo que cada mujer debiera entregarse con fuerza, pero no porque se lo impusieron, sino porque así lo quiso y así lo decidió. Dejemos de creer que por el simple hecho de tener útero estamos obligadas a concebir.

Entendamos que negarse al aborto libre, seguro y gratuito es reafirmar el egoísmo, las estigmatizaciones y los juicios de valor desde siempre radicados en nuestra sociedad. Es condenar a una mujer pobre a morir en la clandestinidad. Es llegar destrozada a un hospital, si es que llegas. Es arriesgarse a ser juzgada y maltratada, tal vez encarcelada. Es padecer secuelas y mutilaciones de por vida, porque solo eso ofrece la clandestinidad. Eso es lo que la maternidad forzada puede provocar.

Carla Neira Jofré, Concepción

Agosto, 2018

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