Foro Social Mundial 2009

Belém do Pará, ciudad de millón y medio de habitantes junto al delta del Amazonas, se transformó durante los últimos días de enero en la sede del noveno Foro Social Mundial. Se trata de una expresión contundente de la riqueza y pluralidad de los movimientos sociales y ONGs, que convocó a 133 mil participantes de 142 países; 489 organizaciones de África, 119 de América Central, 155 de América del Norte, 4.193 de América del Sur, 334 de Asia, 491 de Europa y 27 de Oceanía. Alrededor de 15.000 jóvenes animaron el campamento de la juventud y 1300 delegados de pueblos indígenas amazónicos compartieron sus propuestas y demandas.

A juicio de los miembros del consejo internacional del FSM, Belém permitió recuperar visibilidad e importancia a este espacio, amenazado muchas veces de derivar en una interesante feria de las alternativas, pero incapaz de incidir en los espacios de poder internacional. La ubicación en plena amazonía visibilizó a los movimientos ambientalistas que luchan por la preservación de las selvas y florestas, sus gentes y sus culturas, amenazadas por el proceso de cambio climático y la depredación industrial. Pero sin duda el gran tema de esta edición del Foro fue la crisis financiera internacional y las alternativas al modelo económico que esta coyuntura permitiría implementar. Mientras a miles de kilómetros, en el frío invernal de Davos, el Foro Económico Mundial se lamentaba de la debacle, ofreciendo como solución más de lo mismo, Belém se concentraba en pensar propuestas, rodeados de una vegetación exuberante, con calor y lluvia frecuente, y con un pueblo que masivamente se asumió como anfitrión amable y solidario por la presencia de miles de visitantes...