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HOMENAJE A PIERRE DUBOIS

Una multitud de personas se reunió en la Catedral Metropolitana y sus alrededores para dar el último adiós al emblemático sacerdote Pierre Dubois, quien murió la madrugada del pasado viernes en su querida población La Victoria.

Durante, el servicio religioso el ex vicario Alfonso Baeza recordó pasajes de la vida y del pensamiento de Dubois, destacando sus actos en la dura época de la dictadura.

“Él nos mostró que la salvación del mundo viene de los pobres”, señaló el religioso, que en múltiples ocasiones fue interrumpido por los aplausos de los asistentes. Agregó que la herencia del sacerdote consiste en mirar la realidad más allá de los prejuicios.

“Hoy se necesita más que nunca que el pueblo unido verdaderamente jamás será vencido”, sostuvo en un minuto.

Además, recordó que en sus últimos días el padre Dubois estuvo muy cerca de los estudiantes y de los hermanos mapuches, y que la carta de los obispos, divulgada el pasado jueves y en la que llaman la atención e los problemas sociales, “interpreta muy bien lo que Pierre sentía y esperaba”.

Tras sus palabras, en los momentos del agradecimiento uno de los participantes señaló. “démos gracias al señor por los sacerdotes, sobre todo por André y Pierre, que fueron consecuentes al igual que su maestro el señor Jesucristo y asumieron la opción por lo pobres uno más en medio de su pueblo: un victoriano más”.

“Las lágrimas que ahora derramamos por uno de nuestros mártires y por ti padre Pierre, hermano y amigo, servirá para regar nuestra tierra que el espíritu santo nos regale nuevas generaciones de sacerdotes comprometidos a caminar con su pueblo y que nos revelen la luz de Cristo”, agregó.

Tras la ceremonia, la urna con el cadáver del religioso fue trasladado al Cementerio Católico, donde será cremado para que luego sus cenizas sean trasladadas a un lugar especialmente destinado en la parroquia Nuestra Señora de La Victoria, la que él dirigió desde la muerte de André Jarlan hasta su expulsión por orden de la dictadura. (La Nación - 1-10-2012)

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Pierre Dubois en tiempos de dictadura.


HASTA SIEMPRE CURA AMIGO: NO TE OLVIDAREMOS

Por Enrique Villanueva

Pierre Dubois fue un verdadero héroe de la lucha en contra de la dictadura de Pinochet, aferrado a su fe arriesgó su vida para defender al pueblo que en los años 80 era atropellado y atemorizado por el terrorismo de estado. Desde una de las poblaciones mas emblemáticas de la lucha antidictatorial, como su párroco, desplegó todo su potencial de amistad, lealtad y generosidad, no solo para defender a la gente sino que para instarlos a organizarse y a no dejarse atropellar.

Este es es el contexto en el cual este noble sacerdote levantó su voz, como uno de los miles de artífices anónimos de la construcción social que permitió reconquistar la democracia en 1989. Este camino lo recorrió junto a otros sacerdotes, ente ellos Joan Alsina, ( sacerdote Español, torturado y asesinado a sangre fría en Santiago el 19 de Septiembre de 1973), el sacerdote Miguel Woodward, (torturado hasta morir en el buque escuela Esmeralda en Valparaíso el 18 de septiembre de 1973) André Jarlan, (asesinado el 4 de septiembre de 1984) y Rafael Maroto. Por ello y en su memoria es importante recordar que la dictadura de Pinochet no dejó el poder porque quiso hacerlo, la conquista de la democracia se inició con el aporte de estas personas valientes, con las protestas en las calles, con los paros y por la lucha que dimos en todos los terrenos, lo que en su conjunto demostró que el dictador no era invencible. A esto se sumó también el fenomenal despliegue del exilio chileno el que logro aislar al dictador y a su gobierno en el mundo.

En nuestra lucha y desde distintas posiciones, compartimos con este cura amigo ideas y aspiraciones que aun son vigentes, el anhelo del hombre de liberarse de la injusticia y la opresión. Todos quienes estuvieron cerca de él podrán dar testimonio que su paso por la vida terrenal, se expresó en una lucha permanente en contra de la sociedad descreída, arrogante y abusiva que nos impusieron Pinochet y sus asesores por medio de la violencia.

La Iglesia de Pierre Dubois, de Garland, de Maroto, no es la que hoy está desacreditada por abusos de poder o por su lejanía del pueblo, rechazaron esa curia que reposa eternamente en la cómoda cama del mero proselitismo. Para ellos su pensamiento fue afín a la iglesia de los obispos latinoamericanos que en 1967, liderados por Hélder Camara Obispo de Recife, firmaron un documento conocido como el Manifiesto de los 18 Obispos del Tercer Mundo, que se presentó como una aplicación del Concilio Vaticano II y la encíclica Populorum Progressio. El objetivo de este movimiento era la liberación de los pobres a través de la revolución social.

Para las nuevas generaciones de jóvenes y luchadores sociales, la historia de estos hombres vinculados a los sueños de libertad de sus pueblos puede sonar ajena o al menos desconocida, corresponde al momento de radicalización en la iglesia católica que comienza a evidenciarse durante la segunda mitad de la década del sesenta, cuando los “curas obreros” asumieron una opción de compromiso con los pobres a través de una convivencia cotidiana en las industrias y en las poblaciones. En esos años sacerdotes y religiosas fueron a vivir a las poblaciones, insertándose en el mundo obrero, con el objetivo de distanciarse de la sociedad poderosa y burguesa a la que estaba vinculada la jerarquía eclesiástica.

Para Pierre Dubois la iglesia por la cual vivió, fue una Iglesia que se construía desde abajo y junto al pueblo, como en el Evangelio, viviendo y compartiendo no solo su pobreza, sino también sus luchas, por lo tanto, rechazaban el tradicional vínculo eclesial con los poderosos y la conciliación social construida por las cúpulas. Más aún, se atrevieron a denunciar la violencia que provocan los ricos y los poderosos, la explotación, e incluso el engaño de una falsa democracia manejada por unos pocos.

Su visión de la vida lo llevo mas allá de la simple prédica, es cierto que fue un gran defensor de los derechos humanos, diariamente atropellados en esos años, pero también se encontró con una fuerza social que en plena dictadura tomó la iniciativa y que con valentía, creó un gran movimiento democrático ciudadano, amplio e integrador, cuyo objetivo, en ese entonces, fue derrocar al tirano para construir un país justo, mas humano, en el cual los chilenos pudiéramos recuperar nuestras libertades sociales, económicas y políticas.

En esos momentos surgió la idea y la exigencia popular de elegir una Asamblea Constituyente, para construir un sistema político nuevo, democrático pero en ningún caso remendar el que había diseñado la dictadura. Un objetivo que actores políticos interesados tergiversaron y sacaron de la mesa de negociaciones políticas para la transición. Un objetivo que hoy recobra su validez y debiera atraer todas las demandas ciudadanas, a todo el abanico de organizaciones sociales y políticas del pueblo, articulando las luchas sociales dispersas.

Digo todo esto porque recordar a los que lucharon para derrocar a Pinochet no puede transformarse en un acto formal de leer discursos, a veces hipócritas, que pone en primera fila a quienes se opusieron en vida a los héroes evocados. La manera justa de recordarlos es hacer presente sus ideas, para que su huella permita que nuevos liderazgos, nobles y sencillos, hagan converger las luchas y demandas sociales en un movimiento social permanente y democratizador capaz de sacudir el sistema y sus injusticias.

Seria un acto de inconsecuencia eludir la historia y esconder lo que pensaron y pensamos todos quienes luchamos en contra del terrorismo de estado, los objetivos que nos movilizaron a pelear, desafiando como es el caso de Dubois, a su propia jerarquía eclesiástica. Cuando salíamos a protestar a las calles retando el terrorismo de estado, ejercíamos el soberano derecho a rebelarnos ante la injusticia y el abuso.

Es un deber el recordar a estos hombres y mujeres, que arriesgaron todo por un bien superior, lo que permite levantar los pilares de un legado histórico que no se debe olvidar, lo cual significa no permitir que enajenen a los ciudadanos, al pueblo, a su potencial soberano. Que es al final de cuentas el que determina las instituciones que garantizan una vida justa y libre, según los principios de igualdad, dignidad y solidaridad.

No puedo asegurar que Pierre Dubois fuera un seguidor de la teología de la liberación, pero su actitud frente a la vida y su practica social, si lo hacen parte de esta visión justa de la vida desde la iglesia. Una postura moral que es la mas importante asumida por un sector de la iglesia en el siglo pasado, concebida en Latinoamérica a raíz de las injusticias y continuos atropellos a los derechos humanos por parte de los regímenes dictatoriales imperantes en la segunda mitad del siglo XX.

Asumir esta posición frente a la dictadura en los años 80 significó para Pierre Dubois que la derecha que hoy gobierna el país, le declarara como una figura “conflictiva”. En septiembre de 1986, y horas después del atentado contra Augusto Pinochet, fue detenido junto a dos misioneros franciscanos para ser expulsado del país. De acuerdo a los documentos oficiales de la época, Alberto Cardemil (en ese entonces subsecretario del Interior, ) envió a Cancillería las fichas de los sacerdotes franceses Pierre Dubois, Jaime Lancelot y Daniel Caruette, para su expulsión de Chile. En los archivos de la Vicaria de la Solidaridad está registrado el trato que recibió al momento de ser expulsado del país, fue agredido a culatazos por carabineros y agentes de la policía secreta cuando allanaron su casa.

Según los voceros del gobierno militar en ese entonces, el actual diputado Alberto Cardemil y el ex ministro Javier Cuadra, “los religiosos estaban participando de una manifestación en La Victoria, que portaban panfletos y que incluso habían agredido a la policía, especialmente en el caso de uno de ellos, concretamente el sacerdote Pierre Dubois, ya hacía mucho tiempo que veníamos planteando a la autoridad eclesiástica la conveniencia de que este punto fuera resuelto de buena manera de parte de ellos". Después de su regreso a Chile en 1996, los diputados Rodolfo Seguel, Gabriel Ascencio, Andrés Palma, Sergio Aguiló, Sergio Ojeda, Jaime Naranjo, Roberto León, Andrés Aylwin y Erick Villegas presentaron un proyecto de ley que le concedía a Pierre Dubois, por especial gracia, la nacionalidad chilena. Dicho proyecto fue aprobado por la Cámara de Diputados el 31 de agosto del año 2000, pasando al Senado para su revisión.

Sometido a votación, el proyecto de ley fue rechazado en una primera oportunidad, aduciéndose, en aquella ocasión, que el sacerdote era «una figura conflictiva y no unitaria». Lideró la negativa para aprobar la nacionalidad de Pierre Dubois, Sergio Fernández, ex ministro de la dictadura, apoyado por el actual senador UDI Jovino Novoa, ex subsecretario general de Gobierno; el embajador en España, Sergio Romero (RN), ex subsecretario de Agricultura de Pinochet; Sergio Diez, (RN), ex embajador ante la ONU, dos actuales ministros de Sebastián Piñera: el vocero Andrés Chadwick y la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, ambos de la UDI.

Posteriormente, el 23 de enero de 2001 y a pesar de esta oposición, fue aprobado por el Congreso la nacionalidad Chilena para Pierre Dubois, mediante la ley N° 19.717, publicada en el Diario Oficial el 14 de febrero de ese año. Asi fue entonces que a pesar de la insistencia de los herederos de Pinochet Pierre Dubois murió en el país y en el lugar donde el eligió vivir, en la población la Victoria. Desde allí seguirá irradiando su ejemplo y sus ideas, que no perecerán sino que se multiplicaran en cada joven que retome su camino de lucha y de dignidad por la justicia social. En uno de los lienzos que acompañaron el féretro del cura amigo se leía : Pierre Dubois “viniste a remover conciencias…”, ese es uno de sus legados inmortales.

Enrique Villanueva M Vicepresidente Centro de Estudios Exonerados Fuerza Aérea CEEFA.73


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Fotografía François Richard


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Fotografía François Richard


Aunque en sus 80 años de vida se encontraba aquejado por el Mal de Parkinson y otras enfermedades que lo habían tenido internado, hasta las últimas horas de su vida el padre Pierre Dubois mantuvo su compromiso en terreno con los Derechos humanos y con los vecinos de La Victoria.

Los relatos de los vecinos y amigos que estuvieron con él en las últimas horas señalan la sorpresa por su deceso la madrugada de este viernes y enfatizan que pese a sus males, se encontraba plenamente lúcido y seguía interviniendo en actividades de esa población de Pedro Aguirre Cerda.

El dolor se traduce desde este viernes en la congregación de los feligreses, vecinos y numerosos miembros de la Iglesia Católica, ante todo de base, en la parroquia Nuestra Señora de La Victoria en donde será velado hasta su funeral el lunes luego de una misa a las 15:30 horas en la Catedral. HASTA EL FINAL "LÚCIDO" Y "MUY OPTIMISTA"

Los recuerdos en medio del pesar apuntan ue la noche del jueves mantuvo una reunión con jóvenes preparando una próxima actividad, mientras el padre Manuel Pino, amigo por años del religioso destacó que recién el domingo acudió a un homenaje por el padre asesinado en dictadura Joan Alsina.

“Estaba completamente lúcido. El domingo estuvimos celebrando los 39 años de (que fuera muerto) por la dictadura el padre Juan Alsina, ahí en el puente Bulnes en conmemoración de ese hermano y desde el domingo hasta ayer (jueves) estaba bien (...) le dio un paro respiratorio y ahí quedó”, comentó.

Destacó que “el padre Pierre toda su vida fue muy optimista sobre todo en lo pacífico que teníamos que trabajar por cambiar esta sociedad para que fuera más justa. Nunca, nunca él estuvo decaído ni estuvo desanimado en la esperanza que nos entregaba y que nosotros también entregamos a nuestros hermanos”.

Respecto de estado de ánimo de los vecinos dijo que "el sentir es grande que se va corporalmente un padre para ellos, pero espiritualmente vamos a tenerlo todos para toda la vida".

Códigos durante la dictadura

El padre Gerard Ouisse, párroco de La Legua y también amigo, destacó en tanto que Dubois "siempre fue un testigo del Evangelio y de fidelidad a la Iglesia, especialmente para la clase obrera".

Recordó que en medio de las protestas contra Pinochet "en una instancia en que no sabía cómo enfrentar la realidad, yo llamaba al padre Pierre. Teníamos un código entre nosotros. Cuando yo decía algunas frases, él venía a verme para decir cómo actuar, qué hacer".

LA MUJER QUE LO ENCONTRÓ MUERTO

El padre Dubois vivía en una casa junto a una pareja que lo acompañaba y cuidaba. La mujer de esta familia María Rojas relató que el domingo "compartí una misa con él (...) estuvimos los dos solitos haciendo una misa, porque para él era principal hacer la misa todos los días".

Dijo que esta mañana al acudir a su habitación "no despertaba, entonces dije yo: ’Algo se me viene grande y tengo que ser fuerte’. Llamé al Marcelo, un niño que siempre nos ayuda. Él llegó e hizo todo lo que había que hacer". VECINA Y ALCALDESA NUÑEZ

Una de las primeras vecinas que llegó la mañana de este viernes a la parroquía para prepoarara el adiós, citada por Radio Cooperativa, comentó "es una pena muy grande su pérdida. Sentimos como que nos falta un brazo. Pierre se enamoró de nosotros y nosotros de él".

La alcaldesa de Pedro Aguirre Cerda, Claudina Núñez, que antes fue dirigente social con estrecho contacto con Dubois habló de éste como su amigo y dijo que "el era memoria colectiva, compañero, vecino y refugio".

Recordó que incluso hay muchos niños en la comuna que llevan por nombre Pierre y Andre en memoria del padre recién fallecido y de su compañero en esa parroquia al que encontró muerto víctima de un disparo en el cuello atribuido a carabineros que enfrentaban protestas.

(LA NACIÓN)


« Padre Pierre »

C’est ainsi que les «pobladores» de Lota, de Lo Espejo et de la «población» La Victoria appelait Pierre Dubois.

Les adhérents et sympathisants de Français-du-monde – ADFE (Chili) se joignent à toutes celles et tous ceux qui en ces jours où nous nous préparons à l’accompagner à sa dernière demeure pour rendre un hommage plein d’admiration et de respect envers notre compatriote Pierre Dubois : de façon cohérente et avec abnégation il a consacré sa vie à la défense des droits de l’homme, en particulier des plus démunis, se chargeant de dénoncer opportunément l’exploitation et la précarité auxquelles sont trop souvent soumis les travailleuses et les travailleurs, surtout en ces dernières décennies de néolibéralisme.

En plus d’une occasion, notre association s’est jointe aux efforts de Pierre, par exemple aux moments qui ont suivi l’assassinat de son collègue et compatriote André Jarlan en 1984, en particulier par la diffusion et distribution, tout en en assumant le risque, d’une déclaration de condamnation et de rejet de toute violence contre le peuple chilien lors des obsèques d’André à la cathédrale de Santiago.

Adieu Pierre, et merci pour l’héritage et le témoignage que tu nous laisses en tant qu’homme, prêtre et Français.

Santiago, 28 de septembre 2012.

Pierre s’est vu décerné la « nationalité chilienne d’honneur » (« nacionalidad chilena por gracia »), occasion d’une remise officielle à la Moneda par le Président Ricardo Lagos, ainsi qu’avoir été promu Chevalier de la Légion d’Honneur.

adfe.adfe.adfe.adfe.


Pierre Dubois, un hombre de Dios

Por Lina Brisso, comunidad parroquial Nuestra Señora de la Victoria

Hablar del padre Pierre para mí no es difícil, podría escribir páginas y páginas sobre lo que él ha significado para nuestra población, para mí y para mi familia.

Cuando llegó a nuestra parroquia en 1983, empezaban las protestas. Fue un tiempo de mucha represión, violencia y dolor para esta comunidad, sin el padre hubiera sido peor. El padre Pierre fue increíble, arriesgó su vida, desafió toques de queda, estados de sitio, por salvar vidas.

Por defender nuestra dignidad, fue golpeado, injuriado, apresado y expulsado del país. Su único delito: exigir justicia y defender la vida de los pobres.

Con nosotros, en La Victoria sufrió mucho, hasta las lágrimas, siendo lo más terrible el asesinato de su hermano sacerdote, André Jarlán, a quien siempre cuidó y protegió mucho. Fue el golpe más cruel que recibió: que le mataran a su querido compañero.

Este hecho lo marcó grandemente. Su corazón quedó muy dolido y sensible. Con André tenían la misma suerte que los pobladores.

Fueron estos hechos que lograron la fusión de los cariños: él y André son nuestros, son victorianos, se lo ganaron.

Su carisma de “hombre de Dios”, ha sido primordial en su tarea de asesorar el Movimiento Obrero de Acción Católica, movimiento en el que el mundo obrero revisa su vida a la luz del Evangelio, acompañándoles en sus dolores y alegrías y apoyándolos en el crecimiento de la fe.

Es un verdadero Apóstol de los Trabajadores. Lamentablemente las enfermedades lo han disminuido físicamente, su cuerpo, aún así, sigue adelante con su tarea evangelizadora.

Hace poco más de un año ha vuelto a la Victoria. En su casa hay espacio para todos. Todos son bienvenidos y son la alegría del padre Pierre.

Hay tanto que contar de este hombre sencillo, francés de nacimiento y chileno por adopción, pero por sobretodo, resalta en él su fidelidad a Dios y al Evangelio y la entrega de su vida por el hermano.


CORPORACIÓN PARQUE POR LA PAZ VILLA GRIMALDI

Ante el fallecimiento del padre Pierre Dubois, este sitio de memoria y promoción de los derechos humanos hoy quiere reconocer su valiente y persistente trayectoria como un cristiano consecuente, un luchador incansable frente a la represión y los abusos ocurridos durante los años de dictadura desde la Población La Victoria, en la comuna de Pedro Aguirre Cerda.

Junto al asesinado padre André Jarlán y tantos cristianos comprometidos con las demandas populares, Pierre Dubois dio un incansable y conmovedor testimonio de opción por los pobres y perseguidos, incluso más allá de la dictadura para concentrar sus energías en estos últimos años en las secuelas de la drogadicción entre los jóvenes pobladores.

El año 2001 obtuvo la nacionalidad chilena por gracia, luego que en 1986 fuera forzado al exilio para poder recién regresar a Chile en 1990. El padre Pierre Dubois muchas veces expuso su vida e integridad en defensa de sus hermanos y hermanas de La Victoria dando así renovados testimonios de coraje.

Pierre Dubois muere a los 80 años, luego que en 1963 arribara a Chile y se desempeñara como párroco de la Parroquia “Nuestra Señora de La Victoria”, lugar donde hoy en la tarde se iniciara su velatorio, calle Galo González 4384 esquina Unidad Popular en la comuna de Pedro Aguirre Cerda. Nuestras condolencias y fraternidades a todos y todas quienes en La Victoria y la José María Caro compartieron y lucharon junto al padre Pierre Dubois.

CORPORACIÓN PARQUE POR LA PAZ VILLA GRIMALDI

Peñalolén, 28 de septiembre 2012


Cristian Cuevas frente al fallecimiento de Pierre Dubois

“Nos dejó una lección: no podemos ser neutrales frente a la injusticia”

El presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre y secretario de Negociación Colectiva de la CUT, Cristian Cuevas, lamentó hoy el fallecimiento de Pierre Dubois, dando a conocer una declaración pública en que su organización sindical señala que la Iglesia del padre Dubois “es sin duda la casa que los trabajadores queremos que nos acompañe en el camino de transformar nuestra sociedad en una más justa y solidaria”, añadiendo que sin duda en ese plano el movimiento de trabajadores y lo que a su juicio representó Dubois tienen muchas coincidencias.

“Como Pierre, con quien estuvimos compartiendo hace un par de semanas en un nuevo aniversario del asesinato de Andre Jarland, en el movimiento sindical estamos convencidos de que no se puede ser neutral frente a la injusticia, ante el abuso y la desigualdad, y esa convicción que guio siempre sus pasos, exponiendo incluso su propia vida para impedir que los pobres fueran avasallados durante la dictadura, es la que a los trabajadores nos lleva a organizarnos y confrontar este modelo de desarrollo económico que oprime a las personas”, señala la declaración firmada además por Manuel Ahumada vicepresidente y Jedry Veliz, secretario general de la CTC.

“Al igual que lo entendió el padre Pierre en su momento, sabemos que tenemos una gran responsabilidad frente a la sociedad injusta que estamos viviendo”, señaló Cuevas, indicando que a pesar de que está fuera de Santiago, hará todo lo posible por llegar hasta la población La Victoria para participar de la excequias del querido religioso.


La masiva y populosa despedida así como el notable cariño y aceptación de todo un pueblo por el ex párroco de La Victoria Pierre Dubois, debe resultar curioso, pintoresco, surrealista y a lo menos envidiable a ojos del 100% de los pingos que están en la carrera municipal de la Región Metropolitana y me atrevería a decir de un porcentaje significativo a nivel nacional (tanto de oposición, como de la coalición de Gobierno).

Estoy seguro que muchos de los candidatos deben haber pensando por un microsegundo lo bonito y fácil que sería contar alguna vez con tamaña adhesión popular. Lo que tal vez no saben o no alcanzan a darse cuenta, es que para que un pueblo quiera, acepte, confíe y respete a un representante, se necesita mucho más que un eslogan y un montón de buenas ideas y promesas de distinto pelaje. Se necesita mucho más que verborrear una supuesta vocación de servicio público. Se necesita mucho más que las candilejas y fuegos de artificio que iluminan un apretón de mano de cartón y una sonrisa vacía e hipócrita.

Para ganarse el cariño y respeto de un pueblo pienso que la humildad, transparencia e integridad, son las primeras monedas que hay que poner sobre la mesa. Hay que estar hecho de una madera especial que impida que los gusanos del poder horaden y debiliten sus tejidos.

Como electores deberíamos ser como aquellos artesanos ebanistas capaces de reconocer la buena madera. Sospecho con tristeza eso sí, que en la carrera de octubre muchos de los pingos son de aserrín prensado, donde las termitas y gusanos de siempre se darán un festín con los ganadores.

Marcelo Saavedra Pérez


http://www.lemondediplomatique.cl

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