La extrema derecha gana Austria

El 9 de mayo de 2009, un grupo de neonazis austríacos atacó a sobrevivientes de Mauthausen, durante la conmemoración del aniversario de la liberación de ese campo de concentración, que fuera el más importante de Austria. ¿Cómo pudo alcanzarse tamaño extremo? La falta de un trabajo colectivo acerca de la historia nazi del país explica parte de ese resurgimiento. A ello se agrega el ingreso al gobierno del partido de Jörg Haider en febrero de 2000, que otorgó un aura de respetabilidad a las ideas de la extrema derecha.

Klagenfurt, sábado 18 de octubre de 2008. En la plaza central de la capital del estado de Carintia, 25.000 personas venidas de todo el país acompañan en silencio el traslado de los restos mortales del dirigente de la extrema derecha austríaca y gobernador de la región, Jörg Haider, muerto pocos días antes en un choque automovilístico. Una impresionante piedad sobrecoge a la multitud. En la víspera habían sido dispuestos trenes adicionales. Y esa mañana, de 11:30 a 13 horas, la televisión pública retransmitió en directo la totalidad de la ceremonia. El ejército rindió los honores y el arzobispo pronunció una homilía.

En primera fila, ninguno de los políticos austríacos faltó a la convocatoria. Entre ellos, Heinz Fischer, presidente de la República y miembro del Partido Socialista Austríaco (SPÖ), el canciller Alfred Gusenbauer (SPÖ), todos los ministros del gobierno, así como los dirigentes de todos los partidos. “Verdaderos funerales nacionales”, admitió Gusenbauer, que incluso pidió la palabra, cuando nada lo obligaba a hacerlo...