La “normalización” del Opus Dei

Descrito con rasgos tenebrosos por novelas como El Código Da Vinci, asociado al franquismo y a las dictaduras del Cono Sur, el Opus Dei fascina e inquieta desde hace décadas. Sin embargo, asistimos a una normalización gradual de la organización gracias a una hábil campaña de comunicación. Aun más dado que a partir de la canonización de su fundador Josemaría Escrivá de Balaguer por Juan Pablo II en 2002, el endurecimiento de la Iglesia Católica banaliza poco a poco el mensaje y las prácticas del Opus Dei.

Camino 999. El título es de una eficacia indiscutible. Jean-Jacques Reboux, el fundador y director de las ediciones juveniles Après la Lune (Después de la luna) no oculta su satisfacción casi un año después de la salida del libro: “Pensábamos en un título para esta novela y llegó de golpe: Camino es una alusión directa a la obra más conocida de Escrivá de Balaguer, el fundador del Opus Dei. Ese libro de edificación religiosa tiene 999 sentencias. Si se dan vuelta las cifras se obtiene 666, el número de la Bestia tal como aparece en el Apocalipsis. Para una novela policial, francamente, era más bien divertido y no sonaba nada mal…”

Posiblemente haya sido eso lo que, en la primavera (boreal) de 2007, atrajo la atención del Opus Dei hacia esta novela de Catherine Fradier, una autora conocida por el pequeño círculo de la novela policial francófona cuya notoriedad indudablemente no llegaba hasta las oficinas de esta organización perfectamente integrada en la Iglesia Católica que cuenta con algo más de 900 miembros en Francia (80.000 en todo el mundo) y no tiene nada que ver con una asociación de amantes de la literatura. Camino 999 da una imagen particularmente poco brillante del Opus Dei (“Obra de Dios” en latín), que aparece allí como una organización mafiosa que no duda en recurrir al asesinato para proteger sus negocios. Citados ante la justicia por la Prelatura del Opus Dei en Francia, que le reprochaba a la novela haber mezclado elementos reales (nombres (...)