Las dos caras de la crisis venezolana

Los dos colosos avanzan, intimidantes. El hombre que los enfrenta, con gorra roja, intenta dialogar. No tiene caso: lo empujan, lo amenazan… De pronto, una tercera persona se acerca. Saca un revólver de su pantalón y dispara. La multitud da alaridos; el hombre de la gorra se desploma.

En el mes de agosto de 2017, gran parte de las personas preocupadas por la crisis venezolana vieron ese video, filmado con un teléfono celular. Tres meses antes, el presidente Nicolás Maduro había decretado la elección de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), destinada a sustituir la Asamblea Nacional, única institución en manos de la oposición desde las legislativas de 2015. De ahí en más, la tensión se agravó: los enfrentamientos entre fuerzas del orden y manifestantes causaron más de un centenar de muertos, entre los cuales -cosa que parece haber pasado inadvertida en los medios- había partidarios del presidente.

“¡Así es como esos hijos de puta de la oposición asesinan a jóvenes chavistas!” El 4 de agosto, un militante internacionalista presente en Venezuela publica el video en un foro de discusión. “Fueron a la casa de un dirigente de la Juventud Socialista que estaba escondido: lo habían amenazado las milicias de la derecha. Como su amigo se negó a delatarlo, lo mataron”. Publicación tras publicación, las reacciones de indignación se suceden...