Los reacomodos del poder

La primaria del 30 de junio dirimió abrumadoramente el liderazgo en la llamada Nueva Mayoría, mientras la salida de Pablo Longueira ha sumido al oficialismo en una dramática competencia de personas, llevando a un segundo plano toda propuesta programática, salvo una gatopartista modificación del sistema electoral. Se auguran nuevas divisiones en una derecha que se relaciona entre sí, tal como lo hace con la sociedad, esto es, con el método de la confrontación.

Por otro lado, la nominación de equipos por Michelle Bachelet -cuyo desafío era integrar después de las primarias a la DC y a los partidarios del liberal Velasco a su comando, sin decepcionar a quienes adhirieron al discurso reformador con el que llegó de vuelta a Chile- se tradujo en la decisión de darle en su equipo un amplio espacio a los adversarios declarados del cambio constitucional y de las reformas capaces de disminuir la desigualdad, y de lograr el acceso universal a la educación. Se reforzó además en su comando la presencia de personas vinculadas directamente a grupos económicos...