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MIRANDO AL SUR por Ángel Saldomando

En América Latina se están tomando medidas de política pública impensables tan solo hace algunos años, cuando campeaba la ortodoxia del todo mercado liberal. Hay una realidad ahora más abierta, diversa, no exenta de riesgos, pero es mejor que tener el horizonte bloqueado por las anteojeras exclusivas de los grandes intereses económicos.

El detonante de la crisis

La crisis económica internacional detonada en 2008 ha generado un nuevo contexto para el debate sobre las políticas. A ello se ha sumado el fin del consenso de Washington, la crisis del paradigma europeo y el traslado del dinamismo económico a los países emergentes.

Sin duda que la crisis actual es mucho más que una coyuntura recesiva. Por una lado por su dimensión afecta a todo el planeta, por otro pone en cuestión y eso es sin duda lo sistémico, los ejes de acumulación de los últimos 25 años. En primer lugar el eje financiero y su liberalización, en segundo lugar la apertura a ultranza de las economías y la deslocalización de la producción que impuso, en tercer lugar, no menos importante, los fundamentos doctrinarios con que se ha gobernado la actual fase de globalización capitalista.

Como consecuencia hay que volver a algunas cuestiones básicas, el retorno del estado, el incremento de la regulación de los mercados y un replanteamiento de la organización del comercio mundial. La profundidad de los cambios está por verse. Pero si incluimos la variable ambiental, las economías emergentes y una redistribución de la correlación de fuerzas económica y política entre regiones y países, sin duda el panorama esta máas abierto.

El capitalismo como organización de la economía basada exclusivamente en la obtención máxima de la ganancia, en su apropiación privada y en las decisiones de inversión basadas en la empresa, sobre todo transnacional están severamente cuestionados. Esto no quiere decir que debe desaparecer el mercado, la iniciativa privada y los intercambios comerciales. Significa que la mercantilización del mundo debe retroceder seriamente y ser controlada.

Los sacerdotes de la economía liberal siguen pregonando el fin del mundo si se controla la globalización liberal, si interviene el estado, si se regula la actividad privada y el comercio internacional. Pero los hechos los desmienten.

Los principios doctrinarios de la economía liberal han quedado reducidos a polvo. No desaparecerán inmediatamente pues las religiones tienen la vida dura. La autorregulación del mercado quedó hecha añicos con la crisis del sector financiero y la desastrosa gestión basada en la supuesta e infalible racionalidad del mercado.

El salvamento del sistema organizado por el estado y pagado por los ciudadanos, le devuelve su protagonismo y re legitima la acción publica y en particular de los bancos centrales que como se ve no pueden ser independientes como se pretendió.

La liberalización del comercio tal como se la pregonó no tiene ya validez, nunca la tuvo.

Las economías reales solo pueden tener una apertura selectiva, para no transmitir tendencias deflacionistas, y competitividad sucia sobre la base de salarios mínimos y desprotección social.

Toda la concepción de la competitividad internacional y la especialización se viene al suelo, basada en las ventajas comparativas, que destruyen las sociedades y sus mercados internos en vez de integrarlas y mejorar sus capacidades de regulación propia. Siempre se dice que la crisis es una oportunidad, los griegos inventores del término no han tenido ninguna, El dilema es de la crisis saldrá más de lo mismo, como la Europa conservadora lo está afirmando o si habrán oportunidades.

Al sur: medidas anti cíclicas y retorno del Estado

En América Latina la crisis ha obligado a cautelar fondos públicos de reserva para estabilizar el sistema financiero. Además esto se ha extendido a estimular medidas anti cíclicas mediante inversión pública, tolerancia con el déficit fiscal y las metas inflacionarias, evitando una adaptación recesiva a la coyuntura internacional. Han debido aceptarse metas más sociales de la gestión económica en vez de las exclusivas metas financieras.

El retorno del estado no se ha limitado a mayor intervención en la economía, se ha extendido a la nacionalización de recursos básicos y de servicios, aunque esto no está generalizado a todos los países marca un claro cambio de tendencia. Pasada la fiebre de las reformas de mercado desreguladoras y en un contexto de crisis internacional, se acepta el retorno del estado y de su capacidad reguladora, lo que afirma la tendencia iniciada hace unos años en la región.

Aunque nadie les abre un juicio por las desastrosas políticas impulsadas hasta hace poco, el Banco Mundial después de años de ortodoxia acepta hoy que las políticas heterodoxas han reducido más la pobreza que las neoliberales. Signo de los tiempos la Cepal vuelve por sus antiguos fueros abriendo de nuevo el debate sobre el papel del estado. (Transformación del estado para el desarrollo. Cepal 2011).

El punto de partida del viraje en América latina había comenzado hace varios años y su sello oficial se puso en la cumbre de Mar del Plata en 2005. En su declaración oficial se celebró la ruptura con las políticas neoliberales y con la iniciativa de las Américas.

A partir de allí se abortó la dicha iniciativa impulsada por Estados Unidos, se creó luego la Unión de naciones de sud América, Unasur, el Banco del Sur y en paralelo se desarrolló la Alianza Bolivariana, ALBA, creó una red de flujos financieros entre países, una moneda de cuenta para intercambios entre los miembros de esa agrupación y tiene también su proyecto de Banco internacional el BALBA.

Recientemente Argentina ha dado un paso más, luego de recuperar los fondos de pensiones para el sector público, ha modificando la ley orgánica del banco central que sale de la autonomía amarrada a la estabilidad financiera para devolverle un papel económico vinculado con el desarrollo, el empleo y la igualdad social. El Mercosur discute además la protección de 100 productos para amortiguar efectos externos recesivos. El FMI anunció el cierre de su oficina en Buenos Aires. Estos aspectos son sin duda excepcionales e inéditos en los últimos 20 años.

Nuevos debates

Al haber nuevas políticas y una nueva estructura de intereses detrás de ellas que aparecen nuevos debates que sacan a la luz nuevos problemas. En este campo hay buena y malas señales.

El tipo de crecimiento

No sabemos si los nuevos espacios disponibles abren una brecha para ponerlos al servicio de una progresiva reestructuración de las bases del crecimiento, verde, equitativo, sostenible, democrático vs el modelo extractivo primario de recursos naturales, basado en estrategias de multinacionales, cualquiera sea su origen. Es decir no solo se trata de crecimiento.

Las aperturas selectivas de los mercados internos y la regulación de la competitividad sucia con condiciones ambientales y sociales, así como impuestos a los productos cuyos precios no incluyen sus costos ambientales y energéticos son indispensables. No se trata solo de proteccionismo.

Por lo mismo productos básicos para la alimentación y la salud necesitan de regulación y estabilidad regional, no se trata solo de estrategias empresariales.

Los bancos regionales en creación podrían convertirse en instrumentos de flujos financieros y comerciales basados en los nuevos criterios y ayudar a los países a realizar la transición, para colaborar con nuevas formas de regionalismo. No se trata sólo de financiar proyectos e infraestructura.

El marco político también arroja señales diversas. Las nuevas condiciones no engendran en todos lados mejor democracia, menos corrupción y nuevas relaciones entre los gobiernos y las sociedades. Sin duda que un contexto critico no equivale a cambios automáticos en las teorías y las practicas.

La urgencia y profundidad de la crisis ha obligado a flexibilizar enfoques y doctrinas y a desvalorizar fidelidades doctrinarias. El análisis de países y procesos no puede hacerse ahora con indicadores clásicos y obsoletos hay que integrar las nuevas condiciones y exigencias. Los nuevos movimientos ciudadanos que están surgiendo son expresión de ellas.

A. S.

14 de marzo de 2012

http://www.lemondediplomatique.cl

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