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De cara a las elecciones presidenciales

México frente a la corrupción y la violencia

Es un estudio de televisión como cualquier otro. A imagen de lo que pasa en el resto del mundo, periodistas mexicanos reunieron a los candidatos a la presidencia del país para un debate. Los trajes, los cortes de pelo, las sonrisas trabajadas: nada distingue a la escena de las presentaciones en Francia, Alemania o Estados Unidos. Hasta que uno de los candidatos se pone a revolver atrás de su asiento. Cuando vuelve a quedar de frente, José Antonio Meade, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI, derecha), exhibe una pancarta apenas legible que muestra a la cámara: lleno de flechas y de nombres, el documento demostraría el enriquecimiento ilícito de aquel que lo acaba de interpelar, Ricardo Anaya Cortés, candidato de una coalición que se realizó entre el Partido de Acción Nacional (PAN, derecha) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD, centro-derecha). Sin deshacerse de su eterna sonrisa, este último se concentra a su vez en sus carpetas, luego alza un fajo de papeles dactilografiados: aportarían la prueba de las manipulaciones fraudulentas orquestadas por el hombre que lo acaba de acusar. Otra vez todos en pantalla, los cinco candidatos se agitan pronto detrás de sus asientos, consultan diversas fichas, piden la palabra… Durante toda la emisión, las acusaciones de malversaciones van de un lado al otro del estudio sin afectar nunca a los acusados. ¿Cuál era la temática principal sobre la que se habían puesto de acuerdo para discutir ese 22 de abril de 2018? Las medidas que tomarían, una vez en el poder, para luchar contra la corrupción…

Artículo completo: 276 palabras.

Texto completo en la edición impresa del mes de junio 2018
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Renaud Lambert

Redactor en Jefe Adjunto, Le Monde diplomatique, París.

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