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Miles de personas exigen terminar con la glorificación del golpista y terrorista de Estado José Toribio Merino Castro

Ciudadana Michelle Bachelet Jeria

Presidenta de la República

Presente

Los abajo firmantes, motivados por nuestras profundas convicciones democráticas, por el interés nacional y el respeto a los Derechos Humanos, y conforme a lo dispuesto en la Ley N° 18.880 sobre Procedimiento Administrativo y demás normas pertinentes, nos dirigimos a usted para solicitar el retiro del monumento a José Toribio Merino Castro, que se alza, desde mayo de 2002, en los jardines de la antigua Escuela Naval y actual Museo Marítimo, visible desde el Paseo 21 de mayo, un histórico mirador hacia el puerto de Valparaíso. También para requerirle la remoción del nombre “Merino” de un navío de la Armada, de una sala del Museo Marítimo Nacional y de un auditorio ubicado en la ex Academia de Guerra Naval (en anexo, Oficio emitido por la Armada donde se especifican los lugares navales que llevan el nombre “Toribio Merino”).

Exaltar tal personaje es una opción política que reivindica la dictadura. Merino fue un extravagante miembro de la junta militar, partidario de resolver los problemas del mundo a través de una tercera guerra mundial y los litigios chileno-argentinos a través de otra guerra que se decidiría en un colosal combate naval. Quienes vivieron los años de la dictadura, recuerdan las engreídas lecciones televisadas prodigadas a través de la televisión por el vicealmirante, de contenido racista hacia los bolivianos, calificados de “auquénidos meta-morfoseados”, y justificadoras de la tortura con el “argumento” tomado del franquismo, que los comunistas son “humanoides sin alma”, desprovistos, por tanto, de Derechos Humanos. Merino fue el inefable bufón de la odiosidad dictatorial.

Su ideología extremista se encuentra claramente expuesta en sus Memorias, cuya lectura hoy en día es recomendada a los cadetes de la Escuela Naval. Se presenta como un salvapatrias inspirado por la Providencia y considera la Armada “como el instrumento que Dios me dio y la Virgen puso en mis manos para salvar a Chile del ateísmo destructor”. Abomina contra las reformas agraria, tributaria y educacional que durante las décadas de 1960 y 1970 intentaron progresos democráticos. Las emprende contra las escuelas mixtas donde “los muchachos le perdieron respeto a la mujer”. Exige que las jóvenes embarazadas sean “retiradas de clases no solo por su propio bien, sino por el espectáculo de inmoralidad que daban al resto de la juventud”. Decreta que “el chileno es creyente por definición”. Probablemente, su principal legado sea instar a los mandos navales a dar golpes de Estado cada vez que lo estimen necesario: “si por desgracia se llegara a repetir una situación como la aquí descrita, la lección está dada”. Pero más allá de sus diatribas opuestas a la democracia y virulentamente intolerantes, los hechos en los que Merino estuvo implicado son de extraordinaria gravedad:

1.- Fue uno de los principales responsables del golpe de Estado de 1973. Participó en su planificación y ordenó bombardear industrias y universidades. Merino impartió órdenes a los capitanes Jorge Camus y Ramón Undurraga de urdir el plan del golpe de Estado en la región de Valparaíso, llamado “plan cochayuyo”, a escondidas del Comandante en Jefe. Este plan macabro, consistió en la aplicación despiadada de la llamada Doctrina de Seguridad Nacional: los trabajadores de, prácticamente, todas las industrias fueron considerados enemigos, los centros industriales y las universidades fueron tomados como “probables objetivos de ataque”, previendo asaltos terrestres y bombardeos con los cañones de submarinos, destructores y cruceros. El propio Merino proporcionó en sus memorias el demencial listado de sus “objetivos probables”.

2.- Se insubordinó contra el Presidente de la República y contra su Comandante en Jefe. Está establecido que Merino, solicitado por círculos empresariales y en connivencia con el gobierno estadounidense de la época, participó en la organización del golpe contra el Presidente Salvador Allende y del régimen democrático: se insubordinó contra su superior directo, el almirante Raúl Montero, Comandante en Jefe de la Armada, opuesto al golpe, secuestrándolo en su domicilio. Se autoproclamó ilegalmente Comandante en Jefe, cargo que usurpó durante casi 17 años. Todo esto configura delito de alta traición.

3.- Fue responsable directo de crímenes de lesa-humanidad. Como segundo del régimen dictatorial, Merino fue uno de los principales organizadores de los gravísimos crímenes masivos y planificados, suficientemente documentados. En su caso, las violaciones de los Derechos Humanos comenzaron antes del golpe de Estado, con las brutales torturas al personal de la Armada que intentó denunciar el golpe. De manera general, puede afirmarse con certeza que este infausto personaje ideó y ejecutó una política represiva que no respetó ni siquiera las exigencias mínimas del derecho humanitario que deben regir en las guerras.

La estatua simboliza el golpe militar-empresarial, pues fue financiada por conocidos empresarios cómplices del golpe y de la dictadura como Eliodoro Matte, Ricardo Claro, Carlos Cáceres, Hernán Büchi, Gonzalo Boffil, Gonzalo Vial y Sergio de Castro, entre otros*.

Señora Presidenta, el permitir que se mantenga la identificación de la Armada de Chile con Merino, no solo es una burla a las víctimas. Su presencia en un recinto naval indica, desafiante, que la Armada es un territorio donde subsisten los principios golpistas y las leyes de la República no rigen plenamente. Asimismo, ensalzar a Merino como ejemplo para los futuros marinos, constituye una amenaza a la democracia de nuestro país.

Creemos que ha llegado la hora de imponer los principios democráticos en todo lugar, incluso en los recintos militares. Ningún cuerpo del Estado, menos aún las Fuerzas Armadas pueden sobreponerse a la soberanía popular.

En la convicción de que usted, en su calidad de jefa suprema de las Fuerzas Armadas, tomará todas las disposiciones necesarias para impedir que la afrenta señalada se perpetúe en el tiempo, le saludan atentamente.

(ver primeras firmas más abajo)


Ciudadanos por la Memoria, organización ciudadana surgida en 2013 para exigir el cambio de nombre de una avenida de la comuna de Providencia que glorificaba el oprobioso golpe de Estado de 1973, después de lograr ese primer objetivo, continúa su acción para terminar con todos los signos que exaltan la dictadura y el terrorismo de Estado.

Esta vez nos hemos propuesto desarrollar una campaña para lograr el retiro del monumento del almirante golpista y miembro de la Junta de Gobierno pinochetista José Toribio Merino Castro, que se alza, desde mayo de 2002, en los jardines de la antigua Escuela Naval y actual Museo Marítimo, visible desde el Paseo 21 de mayo, en Valparaíso. También para requerir la remoción del nombre “Merino” de un navío de la Armada, de una sala del Museo Marítimo Nacional y de un auditorio ubicado en la ex Academia de Guerra Naval. Para ello se ha elaborado una petición que será dirigida a la Presidenta de la República, Sra. Michelle Bachelet Jeria.

En los primeros diez días de campaña esta carta ha recibido la adhesión de más de 3.000 personas. Más abajo publicamos los nombres de los promotores de esta campaña y de algunos firmantes.

Necesitamos tu ayuda para aumentar significativamente esta cifra. Al llegar a los 5.000 firmantes entregaremos la carta a la Presidenta de la República, pero después continuaremos reuniendo más firmas a la par que desarrollaremos acciones de denuncia y educación ciudadana en relación con este tema. Si aún no has firmado, te pedimos que lo hagas y difundas muestro llamado. Si has firmado, ayúdanos a conseguir más adhesiones. Te informaremos sobre las próximas acciones a desarrollar.

¡EXPRESEMOS MASIVAMENTE NUESTRO REPUDIO A LA GLORIFICACIÓN DE LA DICTADURA Y EL TERRORISMO DE ESTADO!

CIUDADANOS POR LA MEMORIA

 Paulina Acevedo, periodista, integrante del Observatorio Ciudadano
 Nelson Cabrera Vásquez, director del festival de Cine de los DD.HH. e integrante del Colectivo Cine Forum de Valparaíso
 Jorge Escalante, periodista
 Roberto Garretón, abogado de DD.HH.
 Franck Gaudichaud, historiador, académico de la Universidad de Grenoble, Francia
 Mario González Rifo, sargento 1ro. (R) FACH, Presidente del Comando de Exonerados Políticos de las FF.AA. y de Orden
 Sergio Grez Toso, historiador, académico de la Universidad de Chile
 Víctor López, marinero 1ro. (R), presidente de la Agrupación de Marinos Antigolpistas
 Jorge Magasich Airola, historiador, académico del Institut des Hautes Études des Communications Sociales de Bruxelles, Bélgica
 Luis Mariano Rendón, abogado, dirigente ecologista

Respondiendo al llamado de Ciudadanos por la Memoria, en tan solo diez días han firmado más de 3.000 personas que han decidido contribuir a terminar con esta afrenta.

HAN FIRMADO, ENTRE OTROS (AS):

Melissa Sepúlveda, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) Pablo Oyarzún, filósofo, académico de la Universidad de Chile Ernesto Galaz, F, comandante de grupo (R) FACH, aviador constitucionalista Cosme Caracciolo, dirigente de pescadores artesanales Frida Modak, periodista, ex Secretaria de Prensa de la Presidencia de la República en el gobierno de Salvador Allende Mariano Puga Concha, sacerdote, presbítero de la Iglesia Católica Nolberto Díaz S., Vicepresidente Nacional CUT Chile, Presidente Sindicato ENAP Aconcagua José Aylwin, abogado, especialista en DD.HH. y pueblos indígenas, miembro del Observatorio Ciudadano Mónica Poblete, hija del general Sergio Poblete G., FACH, aviador constitucionalista Andrés Fielbaum, ex presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) 2013 Marco Enríquez-Ominami, dirigente Partido Progresista, excandidato presidencial Juan Pablo Cárdenas, Premio Nacional de Periodismo, director Radio Universidad de Chile Eduardo Devés, historiador, académico de la Universidad de Santiago de Chile Tomás Hirsh, dirigente Partido Humanista, excandidato presidencial Julio Pinto Vallejos, historiador académico de la Universidad de Santiago de Chile Pedro Guerrero, coronel (R) FACH, aviador constitucionalista Juana Aguilera, presidenta de la Comisión Ética contra la Tortura (CECT) Carlos Alvarado, cabo 1ro. (R), marino constitucionalista Víctor Martínez C., operario 3ro. ASMAR (R), marino constitucionalista Vivian Lavín Almazan, periodista, Radio Universidad de Chile Jorge Arrate, economista, exministro de Estado, excandidato presidencial. Lucía Sepúlveda, periodista José Jara Troncoso, cabo 2do. (R), marino constitucionalista Jaime Parada, concejal PRO de Providencia Celsa Parrau, ex dirigenta nacional del Colegio de Enfermeras Alfredo Joignant, cientista político, académico de la Universidad Diego Portales. Jorge Pávez Urrutia, expresidente del Colegio de Profesores de Chile Víctor Hugo Robles, "el Che de los Gays" Jonás Chnaiderman, biólogo, académico de la Universidad de Chile, senador universitario Carlos García, marinero 1ro. (R), marino constitucionalista María Paz Santibáñez, pianista, herida a bala por la policía en las protestas de 1987 Víctor de la Fuente, periodista, director edición chilena de Le Monde Diplomatique Carlos Pérez, teniente de Ejército (R), militar constitucionalista Germán Westphal, lingüista, académico de la Universidad de Baltimore, Estados Unidos Bernardo Subercaseaux, Dr. en Literatura, académico de la Universidad de Chile Patricio Manns, cantautor Juan Campos, teniente de Carabineros (R), carabinero constitucionalista Jorge Coulon, músico, conjunto Inti Illimani Horacio Gutiérrez, historiador, académico de la Universidad de Sao Paulo, Brasil Manuel Cabieses Donoso, periodista, director de la revista Punto Final Francisco Peña Torres, cientista político, académico de la Universidad de La Sorbonne I, París, Francia Pedro Rosas Aravena, historiador, director de la Escuela de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad ARCIS Pascale Bonnefoy, periodista Raúl Zarzuri, sociólogo, Director del CESC, Universidad Central Pablo Artaza Barrios, historiador, académico de la Universidad de Chile Carlos Ruiz A., inspector PDI (R), detective constitucionalista Aldo González Becerra, biólogo, investigador del CIB-CSIC de la Universidad Complutense, Madrid, España Jaime Massardo, historiador, académico de la Universidad de Valparaíso Ricardo Tobar, marinero 1ro. (R), marino constitucionalista Pedro Matta Lemoine, profesor de DD.HH. Paula Quintana, socióloga, ex ministra de Planificación del primer gobierno de Michelle Bachelet Danny Monsálvez A., historiador, académico de la Universidad de Concepción Felipe Portales, sociólogo, académico de la Universidad de Chile Darío Páez, profesor de Psicología social, Universidad del País Vasco, España Álvaro Ramis, teólogo Margarita Iglesias Saldaña, historiadora, académica de la Universidad de Chile Álvaro Yáñez, comandante de Grupo de Aviación (R) FACH, aviador constitucionalista Pablo Aravena Núñez, historiador, académico de la Universidad de Valparaíso Jaime Esponda, abogado de DD.HH. Magdalena Garretón Soler, Licenciada en Historia Manuel Guerrero, sociólogo Beatriz Areyuna, profesora de Historia, jefa de carrera de Pedagogía en Historia de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano Fernando Villagrán, periodista Carlos Molina Bustos, médico, exSubsecretario de Salud en el gobierno de Salvador Allende Marco Fajardo, periodista Isabel Jara Inojosa, historiadora, académica de la Universidad de Chile Ulises Urriola, Comisión Ëtica contra la Tortura, Francia Mario Garcés Durán, historiador, director de ECO Comunicaciones, académico de la Universidad de Santiago de Chile Danny Monsálvez Araneda, historiador, académico de la Universidad de Concepción María Olga Ruiz, historiadora, académica de la Universidad de La Frontera Patricio Cid, médico Ana Harcha Cortés, dramaturga, académica de la Universidad de Chile Igor Goicovic Donoso, historiador, académico de la Universidad de Santiago de Chile Hermes Benítez, filósofo Vanessa Vargas, periodista, periódico El Desconcierto José Venturelli, médico pediatra Sebastián Leiva, historiador, académico de la Universidad ARCIS Libio Pérez, periodista Mónica Quilodrán, Secretaria General del Movimiento de Izquierda Revolucionaria Pedro Bravo Elizondo, escritor, Doctor en Literatura, académico de la Universidad de Wichita, Kansas, Estados Unidos Ana María Gazmuri, actriz Michel Bonnefoy, escritor Patricia Artés, dramaturga, directora de la compañía Teatro Público Alejandro Kirk, periodista Hispania TV Rosario Carvajal, licenciada en Historia, dirigenta de la organización Vecinos por el Barrio Yungay. Mario Valdés Vera, historiador, académico de la Universidad de Concepción Alexis Meza Sánchez, historiador, académico de la Universidad Central Leopoldo Montenegro, profesor de Historia, Comisión Ética Contra la Tortura (CECT) Enrique Fernández Darraz, historiador, académico de la Universidad Arturo Prat Viviana Díaz Caro, Premio Nacional de Derechos Humanos

Además, han expresado su apoyo numerosos extranjeros, entre ellos:

Martín Almada, abogado y educador paraguayo, sobreviviente de la Operación Cóndor, Premio Nobel Alternativo de la Paz

Margaret Power, historiadora estadounidense

Michael Monteon, historiador estadounidense

Mario Maestri, historiador brasileño

Eugenia Palieraki, historiadora greco/francesa

Ernesto Bohoslavsky, historiador argentino

Jorge Núñez Sánchez, historiador, miembro de la Academia Ecuatoriana de la Historia

Jenny Londoño López, historiadora ecuatoriana

Robert Austin Henry, historiador australiano

Mario Amorós Quiles, historiador español

Reverendo Dennis Kaplan, religioso estadounidense

Peter Winn, historiador estadounidense Texto de la carta y firma de la petición en:

https://secure.avaaz.org/es/petition/Michelle_Bachelet_Presidenta_de_la_Republica_de_Chile_El_retiro_del_monumento_a_Jose_Toribio_Merino_Castro/?fbss

Santiago - Valparaíso, 19 de marzo de 2014.

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