El intendente Orrego y el Ministerio del Interior se han visto en la obligación de reconocer que la protesta social No + AFP no les ha dado oportunidad para que puedan ejercer la violencia y represión con la que acostumbraban a acallar la protesta ciudadana hasta ahora: "No hubo ni un solo detenido y ni un solo destrozo con más de 100 mil personas marchando por la Alameda” -afirmó sorprendido Orrego a la prensa, mientras aprovechaba de tergiversar el tamaño de la misma-. De allí que salvo estén dispuestos a violentar la democracia más allá de lo que les conocemos hasta ahora, los anteriores han quedados atados de manos para echar mano a la represión que habían ejercitado una y otra vez con el Movimiento Estudiantil, ya que la actual protesta ciudadana adquirió características estratégicas: es de carácter nacional, familiar, transversal a muchos sectores sociales y de una dimensión multitudinaria como pocas veces se ha visto en la historia de nuestro país. Los afanes por descalificarla, manipularla o desvirtuarla desde los partidos parte del gobierno han fracasado y los tiene a todos ellos absolutamente desorientados, en palabras del mismo Orrego "... ésta ha sido la marcha más masiva, más alegre y más pacífica de los últimos dos años y medio”, intencionalmente nuevamente se equivocó, ya que es la más grande en los últimos 26 años.
Cerca de un millón 300 mil chilenos salieron a protestar por las calles de nuestro país de norte a sur, dando cuenta que la ciudadanía ha tomado conciencia política que sin movilización social no existe posibilidad de cambiar el abuso que nos afecta como familias y comunidad nacional. La Protesta puso como centro de la denuncia el amparo desvergonzado de las élites políticas del Duopolio -Nueva Mayoría / Chile Vamos- a un modelo económico que favorece a los grandes grupos empresariales, que controlan las AFP y la economía, para su enriquecimiento multimillonario a costa del empobrecimiento de las mayorías.
La protesta ciudadana masiva y pacifica se ha transformado en una herramienta formidable para oponerse a la violencia que ejercen las élites políticas del Duopolio y que afectan la calidad de vida de las mayorías. Estos son autores de aprobar cada año vía presupuesto de la Nación un total de 2.300 millones de dólares para tan solo 160 mil jubilados de las FFAA y de Capredena mientras que para 1,3 millones de chilenos aprueban 1.600 millones de dólares a lo que llaman - "pilar solidario"- y nos tratan de convencer que esto último ha sido un gran logro de justicia social de los gobiernos de la Concertación-Nueva Mayoría (1). Por ello el grito que más se repitió durante la marcha del domingo fue " Jubilación x Años de Servicio, igual a los pacos, igual a los milicos" en protesta a las decisiones de una clase política que se ha acostumbrado a construir un odioso modelo de desigualdad e insistir en convencernos de lo contrario.
El que Bachelet haya salido a defender las AFP no es un error político de ella, ya que su gobierno participa del tejido de negocios que se hacen con los fondos de ahorros. Una de las propuestas del Ministro Valdés y que fue aprobada por diputados y senadores en el Congreso hace un par de meses permite a las AFP y a las aseguradoras invertir hasta 9.000 millones de dólares en proyectos de infraestructura pública, la misma fue cocinada por grupos de inversionistas multimillonarios con la clase política y no sería para nada extraño que repliquen el modelo ya aplicado tantas veces para quedarse con la tajada del león - un doble negocio: las concesionarias nos cobran peajes cada vez más caros por ocupar carreteras y transporte con plata que consiguen a tasas bajísimas- . (2 y 3) Igual a lo que ocurre con la explosiva industria del crédito desde hace unas décadas -donde lucran dos veces- en la que participan la industria del retail, supermercados y bancos, y que tiene endeudado a todo Chile a tasas usureras, consiguiendo fortunas multimillonarias para el puñado de sus dueños, y que lo han podido lograr echando mano a los ahorros de todos los chilenos en las AFP a tasas de interés miserables.
La violencia de las élites queda al desnudo después de 40 años de haber instaurado este sistema de pensiones, al haber usado los fondos de las AFP para construir fortunas multimillonarias para un puñado de ellos mientras mentían que este sistema convertiría a todos los chilenos en socios de sus NEGOCIOS y que de esta manera cada chileno disfrutaría de igual éxito económico que los grandes grupos económicos. No tan solo mintieron en forma descarada sino que también abusaron de nuestras leyes permisivas para convertir en "legal" la simulación de "negocios" donde han hecho participar a las AFP en pérdidas siderales. Entre ellos destaca el modelo Cascadas que para los casos investigados de -Soquimich y La Polar- superan los 400 millones de dólares hasta ahora. (4 y 5). Negocios de especulación financiera cuyas pérdidas las pagan los ahorros de todos los chilenos mientras las Administradoras no pierden un peso ya que ellos solo participan del cobro de comisiones, un negocio seguro, donde los chilenos no tienen participación, ya que los dueños de las Administradoras han preferido no exponerse a tener que transparentar las utilidades multimillonarias que ganan.
Por años las élites empresariales nos han querido convencer que sus fortunas las construyeron por las bondades de un modelo económico que colocaba como centro del mismo el premio al esfuerzo, a la perseverancia y a las capacidades de emprendimiento, pero han sido las mismas élites las responsables que se haya perdido toda la credibilidad sobre tales bondades al ser muchos de ellos autores de delitos económicos y de acciones de corrupción destinadas a obtener leyes a su medida, que socavan no tan solo el modelo de libre competencia sino que también nuestro sistema democrático, ya que la mayoría de sus autores quedan sin castigo, los que se jactan de su poder económico para hacer desfilar los Estudios Jurídicos que deseen para defenderse en Tribunales y salir airosos. Son autores de no respetar el estado de derecho y socavar el mismo, y nos han hecho tomar conciencia y demostrado que la justicia y la ley en nuestro país está lejos de la pretensión de ser igual para todos. Este puñado de grandes fortunas económicas son los mismos que han ideado el modelo para beneficiarse en forma monopólica y privilegiada de los recursos naturales país, sin importarles en su explotación la destrucción del medio ambiente y que con ello nuestro país pierda miles de empleos en el presente y a futuro, son los mismos que en su ambición sin límites consiguen con la clase política concentrar en sus manos el porcentaje mayoritario de los subsidios estatales y el control de los millonarios fondos de riesgo Corfo que les posibilitan con platas de todos los chilenos favorecer sus nuevas y antiguas inversiones en la industria forestal, salmonera-acuícola, energía, y de especulación financiera, etc. (6)
Ya han desplegado su estrategia de siempre de recurrir a su poder económico, al control de la TV y los medios de comunicación, y a sus cadenas de prensa escrita para desinformar y tergiversar la verdad, con la complicidad que le deben las élites políticas del Duopolio, para tratar de convencernos que esta masividad de la protesta ciudadana no debe ser tomada en cuenta, ya que la misma no puede cambiar ni modificar el control estratégico que tienen de la economía, de los medios de comunicación y de las instituciones. A nuestras élites les resulta indiferente tener la aprobación de tan solo un 15 o 20% de la población si ello resulta suficiente para controlar el poder legislativo, el Poder Ejecutivo, tener neutralizada la justicia y poder echar mano al poder represivo del Estado, independiente de ello, ya se preparan para iniciar una campaña del terror más coordinada y potente para impedir irrumpa una tercera fuerza política que les desestabilice su status quo o estado de confort.
Un millón trescientos mil personas, que cuentan con la simpatía y el apoyo del 80% de la población no los hará cambiar de opinión y los chilenos debemos acostumbrarnos a ello, la protesta ciudadana, masiva, familiar, de carácter nacional, capaz de convocarse y tomar conciencia política por las redes sociales, debe ser capaz de no dejarse provocar por la violencia de las élites que tomará nuevos rostros y con que los anteriores intentarán reprimirla y anularla, ya que es la estrategia a la que han recurrido en forma histórica los anteriores para proteger sus cuotas de poder cada vez que las mayorías hemos pretendido una sociedad más justa. Por esta razón es necesario masificar aún más la protesta ciudadana y llevar la toma de conciencia a cada hogar de que es absolutamente justo y legítimo aspirar a condiciones de calidad de vida más dignas en nuestro país, y que ello se logrará solo si instalamos la movilización y protesta ciudadana como parte de nuestro diario vivir y como un compromiso con el futuro de Chile.
Pablo Fernando González
(5) http://ciperchile.cl/2014/10/20/caso-cascada-asi-se-perdio-la-plata-de-los-afiliados-a-las-afp/
