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Pluralismo cultural y tolerancia religiosa, Alex Ibarra entrevista a Francisca Márquez

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Entrevista a Francisca Márquez Nielsen (F.M) Actriz y cantante. Realizada por Alex Ibarra Peña (A.I) Colectivo de Pensamiento Crítico “palabra encapuchada”.

A.I: Francisca, muchas gracias por aceptar este diálogo. Son varias actividades las que realizas entre tu dedicación a la música y a la actuación, pero además eres un mujer-madre de varias hijas. ¿Cómo haces para llevar a cabo todo lo que implica el acompañar el proceso formativo de ellas? ¿Te parece que el modelo educativo formal de la educación pública satisface las expectativas de una buena educación? ¿Tienes alguna opinión en torno a las demandas por una mejor educación para todos?

F.M: Gracias a tí Alex, por invitarme a este espacio de reflexión. En el proceso de formación de mis hijas, he trabajado el no “parcelarme”, es decir, yo soy mamá, compañera, actriz, católica, hija, hermana, ciudadana etc., todo el tiempo, no me gusta cumplir, roles, voy sumando experiencias por lo que voy con toda yo todo el tiempo, en ese sentido creo que mis hijas han compartido y han crecido con una mamá, de su tiempo y espacio que creo les ha dado una mirada amplia, abierta y ojalá entretenida de la vida. Sin duda tenemos un problema más que por la educación, por la “no educación”, me sorprende que el debate de las políticas públicas esté centrado sólo en el financiamiento. ¿Vale la pena seguir “no educando” o educando malamente e inyectarle recursos para decir que algo se hizo?. Qué bueno sería una mirada a largo plazo, como la construcción de una catedral gótica, muchos de los que empezaban la construcción sabían que no la verían terminada, pero el sueño era común, el trabajo en equipo fundamental, hay tanto por hacer con mirada de largo plazo y no inmediatista. Empecemos a implementar una buena educación parvularia y luego ir creciendo en forma metódica, consistente, sobre todo veraz. Es injusto para las generaciones más grandes, pero más injusto es hacerles creer que están recibiendo una buena preparación porque hay más recursos para avanzar en la gratuidad, pero ¿quiero algo gratis y no estar bien preparado?. Eso no sólo me parece injusto si no cruel. Que cada vez alejen más a los niños, de los ramos que permiten la reflexión, la abstracción, el conocimiento del alma humana, el saberse parte de un todo, me refiero al arte, a la filosofía, por ejemplo. Eso muestra lo alejado que están las personas que tienen que soñar nuestro país de la realidad incluso creo que el “aula” como está diseñada ahora, con tantas horas de niños sentados, tragando contenidos ya no tiene sustento y que los cambios de paradigmas que estamos observando van mucho más adelantados que las implementaciones de nuevos y buenos modelos.

A.I: Tu formación inicial es el teatro, pero has tenido un exitoso trabajo como integrante del Grupo Calenda Maia. ¿Cómo llega a tu vida esta vocación que estimula tu profesionalismo artístico? ¿Te consideras más cercana a un trabajo de oficio o de profesionalización en tu actividad artística?

F.M: Calenda Maia llega cuando yo estoy terminando mi primer año de escuela, por lo que se produjo un proceso muy bello, ir creciendo desde el Calenda Maia, con el Calenda y en gran medida por el Calenda, dado que los desafíos que nosotros mismos generamos nos van pidiendo. Tuve que acercarme más al mundo de la música, de la escritura, de algún modo a la dramaturgia, porque nosotros trabajamos temas de la vida medieval y para llevarlo a escena hay que hacer un trabajo de guion también. El Calenda me ha permitido tocar muchas teclas. Formar una comunidad de cofrater de ya casi 30 años de camino juntos, ha sido desafiante, ha modelado mi espíritu y me ha regalado en gran parte lo que soy.

A.I: Calenda Maia es un grupo que hace música medieval y que ha logrado un importante reconocimiento, en sus recitales se siente el cariño expresado por el público. ¿Tienes una explicación para dar cuenta de ese vínculo que el grupo genera con el público?

F.M: Es lo que uno encuentra cuando ve a alguien apasionado con lo que hace. ¿Te has dado cuenta que esas personas tienen algo especial? Generan energía, alegría, emoción!!! Nosotros lo pasamos muy bien cuando estamos en el escenario (y fuera de él también). Nos pone contentos estar juntos por un lado y cada uno está feliz haciendo lo que está haciendo y en compañía del público que para nosotros también son calendas!!!. Entonces, es compartir en sintonía profunda ese encuentro en torno a la música, el baile, el teatro, el cariño expresado. Creo que la gente siente esto porque nos entrega lo mismo.

A.I: Me considero un fans del grupo y por azar he tenido la suerte de ir conociendo a sus integrantes Jorge Matamala, Pedro “tata” Barahona y ahora a tí. A todos los que acabo de nombrar los invité a dialogar a algunas sesiones del Coloquio Filosofía y música que hemos organizado con la Fundación Jorge Millas y la Escuela de Filosofía de la Universidad Católica Silva Henríquez. En relación contigo, ¿tienes una vocación profunda por el diálogo? ¿Consideras que nuestra sociedad comienza a recuperar el rito del encuentro?

F.M: Me encantan las conversaciones, sobre todo perderse en ellas, creo que la palabra es maestra para descubrir, soy un ser social por antonomasia, y a través de los otros y del diálogo abierto y franco he descubierto facetas de mi misma que sin ese otro habrían quedado en el universo del olvido. Siento que las redes sociales han abierto un espacio bien caótico, de desorden, de verdades creadas e inventadas. Pero, lo veo como un proceso de explosión para encontrar finalmente un lenguaje que nos lleve al sentido más íntimo de los seres humanos, necesitamos comunicarnos, creo que es la forma de conocernos, de sentirnos parte. Me gustan los movimientos sociales, me gusta la comunicación que ahí se produce de esfuerzos de varios. Se me viene a la mente el haka maorí, su significado profundo es “ten confianza, somos unidos, parte de una tribu”. Ese es un rito de encuentro y creo que los seres humanos buscamos el encuentro.

A.I: Como medievalista y por la sensibilidad que suelen poseer las artistas seguro tienes una percepción particular del tiempo. ¿Cómo ves este fenómeno que los físicos llaman de aceleración del tiempo? ¿Te parece que nuestra sociedad más bien deja perder el tiempo?

F.M: Ufff que pregunta!!!...el tiempo. Hace unos días conversábamos con mis hijas y pensábamos que había varias versiones de nosotras en distintos espacios y tiempos, en algunas podíamos estar juntas, en otras vivíamos en lugares diferentes, en otra, Andrés mi compañero por 20 años y padre de mis hijas seguía vivo. Y finalmente lo que teníamos era esa conversación donde por un tiempo y espacio determinado estábamos juntas. Claro que siento que hoy el tiempo real es más acelerado, he llegado a pensar que la tierra está girando más rápido, que nos cambiamos de órbita. Pero, pienso también que nos hemos alejado de la naturaleza, nuestra madre y guía, que tiene ciclos, de despojo y de crecimiento y que no depende de “cumplir metas”( a no ser que esté intervenida), si no que su trabajo es ser fiel a sus procesos y no son un fin último.

A.I: Me has contado que tienes, por decirlo de algún modo, una configuración medievalista del mundo. La edad media es un periodo bastante rico culturalmente en Occidente, conviven en ella un amplio multiculturalismo, marcado por culturas de religiones monoteístas, pero también con la expresión de un paganismo cultural. ¿Qué es lo que más te interesa del medievalismo? ¿Influye en tí alguna tradición religiosa?

F.M: Lo que siempre me ha apasionado del medievalismo es la conexión del ser humano y el cosmos que allí sucede. El sentirse parte de algo mucho más grande, la sed por el conocimiento expandido. Hoy vivimos en el mundo de la especificidad, cada vez la gente va acotando más el conocimiento y el anhelo es ser “experto“ en algo. El tema es que al perder la mirada holística, reducimos el conocimiento y nos perdemos. Es como cuando uno va al doctor porque te duele la rodilla por ejemplo, hoy no sólo vas al traumatólogo, sino que al ”traumatólogo experto en rodilla izquierda de dolor difuso y vago”, estoy exagerando, pero resulta que a lo mejor tu problema no era de rodilla sino que de espalda que desembocó en la rodilla, y pierdes tiempo mirando algo que no es la causa del dolor. Me gusta la mirada general, me gusta la gente que sabe de arte, pero también de botánica, de mareas, de sicología, etc., y no estoy hablando de ser experto, estoy hablando de que dentro de cada ser hay un mundo por conectar, el universo donde vivimos es una escala mayor de cada uno de nosotros, somos afuera y adentro y la comunicación de esos planos nos hace ser y estar. Soy católica por herencia y por experiencia, sin embargo pienso que las religiones son lenguajes de interpretación de la espiritualidad. Así como hablo español porque soy chilena, soy católica porque nací en una familia católica, y luego fuí conociendo por elección a un maestro llamado Jesús que habla de amor, y a mí eso me apasiona. No por eso dejo de ver, oír y estudiar otros maestros, lo que quiero decir es que mi religión no es la verdad, es la interpretación de una verdad superior.

A.I: Tu trabajo artístico refleja una gran disciplina en la técnica para tocar instrumentos, cantar, pero seguramente también con bastante dedicación a la investigación historiográfica. En esto pasas mucho tiempo de tu vida estudiando, además dada la especialización temática debes investigar. ¿Cómo ves el apoyo de las instituciones para el financiamiento de estas actividades? ¿Consideras que es posible dedicarse a la investigación con las políticas culturales del Estado?

F.M: No, creo que nos falta mucho por avanzar, me da mucha tristeza ver como espacios donde nuevas generaciones y nuevas propuestas tienen la posibilidad de mostrar su trabajo son cerrados, por nombrar te menciono el caso del teatro. Por falta de financiamiento, por otra parte la empresa privada en general apoya iniciativas más comerciales. Es muy difícil que un teatro se mantenga con ventas de entradas por lo que creo que es importante un compromiso del gobierno central y de los municipios. Faltan políticas culturales que le den importancia a la labor del arte y de la investigación, no se puede seguir dependiendo de fondos concursables.

A.I: Para finalizar la entrevista, te quería preguntar tu opinión en torno a la producción musical en Chile. ¿Nos puedes dar un diagnóstico en torno a la calidad de la música que se produce en Chile?

F.M: Creo que es sumamente variada y de gran calidad aunque de nichos específicos y volvemos un poco a lo mismo de la pregunta anterior. Faltan espacios y apoyo real para que toda esa gente, artistas, músicos emergentes o que han estado en la escena por muchos años, sean mejor y mayormente reconocidos. Las condiciones laborales para los músicos nacionales son sumamente precarias, por otro lado Chile es el país latinoamericano con mayor consumo de radios on line, ¿pero, qué se programa?. Espacios como el Zócalo Nacional en la sala master de la radio universidad de chile, y otros por cierto, deben ser cuidados y defendidos, ya que son una vitrina de la buena música nacional que se está creando. Los músicos chilenos sobre todo los más jóvenes se atreven a experimentar no tienen miedo de probar cosas nuevas y es interesante escucharlos.

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