Reservas de gas para el siglo XXI

Ninguna tierra en el mundo parece rebosar de tanto gas como esta tundra a veces helada, otras pantanosa, bañada por el mar de Kara. Desde el aeropuerto de Salekhard, la capital del distrito autónomo de Iamalo-Nenetsie, un geólogo afirma en broma: “Cuando cerremos la canilla, ¡toda Europa tendrá frío!”. Como Bakú simbolizó la economía del petróleo a comienzos del siglo XX, el delta del Ob encarna la del gas natural para el siglo naciente.

Con las segundas reservas mundiales probadas (detrás de Irán), Rusia posee una baza estratégica gracias a los recientes descubrimientos de esta región polar. El distrito representa ya el 83% de la producción anual de gas natural del país (581 mil millones de metros cúbicos), a la que debería añadirse la península de Yamal, con 360 mil millones de metros cúbicos suplementarios por año en el horizonte de 2030 (3), o sea, diez veces el consumo francés en 2014...