Rusia contada a través de su calefacción

Mediante la restauración de la autoridad y de las finanzas en el Estado ruso, el presidente Vladimir Putin supo ganarse la confianza del pueblo, a pesar de las derivas autocráticas. Pero el tema de la calefacción urbana muestra que la restauración de las capacidades de inversión pública no beneficia a la renovación de los servicios básicos. La tentación de rematar al sector privado los bienes comunes sigue siendo fuerte. La eficacia energética puede esperar.

En invierno, la mayor parte de los ciudadanos rusos anda por su casa en camiseta, pantalones cortos o ropa liviana, la ventana… entreabierta. Afuera, en Siberia, la temperatura anda alrededor de los 40 °C bajo cero, con frecuencia menos 25 °C en Moscú. Pero en las viviendas a veces el calor es tan asfixiante que hay que dejar que se cuele un hilito de aire helado por alguna ventana apenas abierta...