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UN LLAMADO A LA CONVERSIÓN: SI HAY VIOLENCIA (que no queremos) ES PORQUE USTEDES NO SALEN DEL EGOÍSMO. Reacción ante la situaciones producidas durante las conmemoraciones del golpe de Estado de 1973. Por Pbro. Eugenio Pizarro

En estos días he sido urgido por la Caridad de Cristo. Me duele la muerte de un Carabinero. Pero me duele mucho el egoísmo y la cerrazón de los corazones de la clase política, del Gobierno y de los poderosos en dinero(privados y privatizaciones) coludidos con empresas extranjeras: Son una tentación permanente a la violencia. Además existe una institucionalidad violenta desde Pinochet. El pueblo soberano no tiene canales de participación en la construcción de la patria común. No basta el voto, ni basta hacer elecciones municipales, y el próximo año, elecciones parlamentarias y presidenciales. En una institucionalidad no democrática (Constitución, Ley Electoral Binominal, Economía, Educación etc.) no tienen validez ni peso ni autoridad moral elecciones sin verdadera democracia y Estado de Derecho. Hay que ir a las causas. Chile se enfermó mucho desde el 73. Y se ha seguido administrando herencia de dictadura. Chile tiene que recuperar el "alma nacional" descrita tan bien por Cardenal Raúl. Ahora le digo al Gobierno del "Cambio" y a los políticos y sus Partidos: "Si no hay cambio, querámoslo o no vendrá el estallido social".

Al ver en Chile, la aplicación sistemática de una Economía, que cae pesadamente sobre nuestras vidas; que hace sufrir a tantos pobres, hermanos nuestros, rostros sufrientes de Cristo mismo, me he atrevido a levantar mi voz, como lo hacía mi querido Cardenal Raúl Silva Henríquez, quien "me impuso las manos", ordenándome sacerdote en 1962, en los albores del Vaticano II, y en la llegada de esa primavera de nuestra querida Iglesia. Y lo hago en medio de un debate inútil de encuesta CASEN. ¿Qué importa discutir por un punto y décimas en cuanto a pobreza e indigencia? También lo hago en medio de discusión de una mezquina y egoísta Reforma Tributaria.

Ahora bien, un sistema económico no llega del aire. Son personas, las responsables de ese sistema y su aplicación. Les quiero, con todo respeto, a esas personas ricas, también en el poder, e interesado yo, en su salvación, llamarlos a la conversión. Esta vez, no les comentaré ni la Doctrina Social de la Iglesia ni siquiera haré un comentario bíblico. Sólo citaré a Jesús, el Verbo hecho Hombre entre nosotros. Jesús es la Palabra de Dios, que responde hoy, a "los signos de los tiempos"; también citaré una nota de la Nueva Biblia Latinoamericana:

"Por lo tanto, si ustedes han administrado mal el maldito dinero, ¿quién va a confiarles los bienes verdaderos? Y si no se han mostrado dignos de confianza en cosas ajenas, ¿quién les confiará los bienes que son realmente nuestros? Ningún sirviente puede quedarse con dos patrones. verá con malos ojos al primero y querrá al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al dios Dinero". (Lucas 16,11-13).

Pueden seguir leyendo el episodio de Lázaro y el rico. (Lucas 16, 19-31).

"Los fariseos se burlaban de Cristo. Lucas muestra la incompatibilidad entre la religión verdadera y el apego al dinero. Los fariseos podían justificar su amor al dinero refiriéndose a algunas palabras de la Biblia. Pues en los primeros tiempos los judíos veían en la riqueza una bendición de Dios. Al no saber del más allá, consideraban justo que Dios premiará a sus fieles con salud y dinero; ésta es la razón por la cual guardaron un recuerdo excepcional de rey Salomón, a pesar de que terminó su vida dando ejemplos de total indiferencia religiosa. Pero, con el correr del tiempo, reconocieron que el dinero era más bien un peligro y que, a menudo, era el privilegio de los incrédulos y de los sinvergüenzas.

Sin embargo, le basta a uno tener dinero para convencerse de que posee la verdad. De ahí que los fariseos se sintieron autorizados para juzgar y decidir en las cosas de Dios. Después de ellos, no han faltado los cristianos que, perteneciendo a los círculos influyentes, proyectaron extender el Reino de Dios acumulando el dinero y monopolizando el poder. Estos propician un orden moral que encubre privilegios, pero ahogan los valores evangélicos de justicia, de humildad y de pobreza. Logran ejercer una presión muy fuerte sobre la Iglesia, pero, a la larga, atraen sobre sí y sobre la misma Iglesia el repudio de los pobres y de las personas sinceras.

¿Por qué en la Iglesia, tantos cristianos de ambientes populares se han sentido acomplejados frente a los de situación pudiente?... Se acostumbraron a verlos encabezar las organizaciones de la Iglesia y a recibir de ellos la palabra de Dios, a pesar de las advertencias de Jesús". (Comentario de Edición Biblia Latinoamericana, páginas 156-157).

Con paciencia y corazón de discípulo, los invito a meditar el Salmo 49:

"Oigan esto, los pueblos de la tierra, habitantes del mundo, estén atentos, gente de clase humilde y de la alta, ricos y pobres, todos en conjunto. Mi boca va a decir sabiduría, y lo que pienso sobre cosas hondas procuraré expresarlo en refranes, daré la solución al son de arpa.

¿Por qué temer en días de desgracia, cuando me cerca la malicia de los que en su fortuna se confían y hacen prevalecer su riqueza?

Más comprada su vida nadie tiene, ni a Dios puede, con plata, sobornarlo, pues, es muy caro el precio de la vida. Así hecho está.

¿Vivir piensa por siempre? ¿O cree que no irá a la fosa, un día? Pues bien, verá que los sabios se mueren, que el necio y el estúpido perecen, y dejan para otros su riqueza. Sus tumbas son sus casas para siempre, por los siglos y siglos, sus moradas; aunque su nombre a su tierra hayan puesto.

El hombre en los honores no comprende, es igual al ganado que se mata. Así caminan los que en sí confían y la gente que sigue sus consejos. Como un rebaño se hunden en la fosa, allí estará la muerte, su pastor; directamente corren a la tumba, pronto se desvanece su figura en el infierno, lejos de su casa.

Pero yo sé que Dios salvará mi alma, no caeré en las garras de la muerte.

No temas cuando el hombre se enriquece, cuando aumenta la fama de su casa. Nada podrá llevar él a su muerte, ni su gloria bajar con él.

Su alma, que siempre en vida bendecía: << te alaban, porque te has tratado bien>> irá a unirse a la raza de sus padres, que jamás volverán a ver la luz.

El hombre en los honores no comprende, es igual que el ganado que se mata".

Sobran más palabras. Es Palabra de Dios. Sólo he querido, en el Chile de hoy, llamar a la conversión. Dios los llama a cambiar desde adentro de su ser. Los pobres sufren, y son nuestros hermanos. Chile, con la problemática grave de los pobres, todavía es posible. Deseo de corazón, con corazón de pastor, que quiere vuestra salvación, una conversión profunda. Quiero poder decir junto con Jesús al Zaqueo de hoy:

"Hoy ha llegado la salvación a eta casa; en verdad, éste también es hijo de Abraham. El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido". (Lucas 19,9).

Con humildad y respeto, tratando de ser buen pastor; sólo buscando el bien de Chile: chilenos y chilenas.

Pbro. Eugenio Pizarro Poblete+

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