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A propósito del Agua. Por Diemen Darwin Delgado

Lo Natural:

La cantidad total de agua que existe en la Tierra, se ha mantenido constante desde la aparición de la Humanidad, la energía solar es la fuente de energía térmica necesaria para el paso del agua desde las fases líquida y sólida a la fase de vapor, mientras que la fuerza de gravedad da lugar a la precipitación y al escurrimiento. Ambas condicionan la cobertura vegetal y, de una forma más general, la vida en la Tierra.

El agua se asocia a ciertas funciones psíquicas del ser humano como los sentimientos y las emociones. La salud física y psíquica está influenciada en gran medida al orden y la estabilidad del campo superficial de las moléculas de este elemento.

En el estado líquido las moléculas de agua conviven unas con otras participando de gran movilidad, siendo su estado más natural, o por lo menos en el que manifiestan mejor todas sus propiedades plásticas, y probablemente el que mejor se impregna y transmite información.

Esta capacidad para absorber y grabar información del agua ha sido utilizada por la homeopatía en muy altas diluciones, llegando incluso en algunas a no existir molécula alguna del medicamento, quedando grabada la información en el agua, incluso existe evidencia que el agua de los deshielos es más saludable, e incluso alarga la vida.

Lo Controvertido:

Alrededor de 768 millones de personas hoy en día no tienen acceso a una fuente segura de agua, una quinta parte de los acuíferos del mundo están agotados.

La situación se agrava porque muchos recursos hídricos están compartidos por dos o más países. Actualmente hay 263 cuencas fluviales compartidas por dos o más naciones, donde habita aproximadamente el 40% de la población del mundo.

En un futuro los conflictos por el agua entre las naciones pueden resultar en fluctuaciones de los precios de la energía y los alimentos, lo que a su vez puede desencadenar disturbios civiles.

Nuestra realidad:

Como ejemplo, me referiré a los manantiales que brotan de pantanos (mapudungun), donde las precipitaciones que caen en tierra firme son la principal fuente de consumo humano y agrícola. El agua debería tener una distribución equitativa: tanto para el empresario, como para el ciudadano común, sin importar si este pertenece a una coalición política o no, ya que para el estado todos somos iguales.

La industria utiliza el agua para eliminar los residuos de sus procesos, ejerciendo un equilibrio sustentable de los ecosistemas naturales y con ello debería asegurar la persistencia de la vida en la tierra.

A manera de reflexión:

El Estado tiene la obligación de generar una política del agua equitativa para todos.

A manera de conclusión:

El agua es parte importante de las necesidades vitales y de las conductas, es un recurso finito y vulnerable, esencial para sostener la vida, el desarrollo y el medio ambiente.

El desarrollo y la gestión del agua deberían basarse en un enfoque participativo, que implique a los usuarios, los planificadores y los políticos de todos los niveles.

El agua tiene un valor económico en todos sus usos en competencia y debe reconocerse como un bien económico.

El Estado debe preparar acciones de prevención, reducción y gestión de los desastres relacionados con el agua.

Diemen Darwin Delgado García MD. MPH. PhD
Secretario General de la Asociación Internacional de Doctores y Ciencias de la Salud en el Trabajo

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