NADA QUE CELEBRAR
La respuesta de la clase política al estallido social de octubre de 2019 fue la demanda por una nueva constitución la que surgió en el país con fuerza en el plebiscito de octubre de 2021. La Convención Constitucional elegida para esa tarea presentó un proyecto sometido a la aprobación o rechazo de la ciudadanía el 4 de septiembre de 2022. El triunfo del rechazo marcó un nuevo hito para un nuevo proceso constitucional ahora convocado por el Presidente de la República, Gabriel Boric, el día 7 de septiembre del mismo año, proyecto criticado por su carácter conservador el que también fue rechazado.
Como sea ese 4 de septiembre terminó la transición hacia la democracia formal que la dictadura Cívico militar le impuso a Chile hace 44 años, logrando un cambio constitucional y político en la historia política contemporánea universal por la forma en que la ciudadanía participo, en la que, si bien triunfó el rechazo, en parte gracias a la manipulación de los medios por quienes buscaban mantener el modelo neoliberal, la constitución de Pinochet y en parte por un cierto despertar de la soberanía, ha terminado, no felizmente, pero con aprendizaje constitucional inédito.. Se podrá decir muchas cosas sobre las causas del fracaso de ambois procesos constitucionales, pero no se puede desconocer que fueron decisiones tan validas como cualquier otra, a pesar de la manipulación y la mentira.
El triunfo del apruebo el 4 de septiembre de 2022 habría permitido poner fin al Estado nacional dando lugar a uno plurinacional, social y democrático, materializando las palabras del Presidente Allende dichas antes de su inmolación. Y también podría haber terminado con un Estado regido por la corrupción, tal como la vivimos ahora.
Los reiterados triunfos políticos ciudadanos que han permitido el estado actual del proceso constituyente incluido el triunfo del rechazo en ambos casos, debiera enviar al baúl de la historia las ideas conservadoras cambiando radicalmente el panorama político del país y dando una señal al mundo que es posible avanzar hacia una nueva forma de organización política más democrática, de otra manera será imposible entender a ciudadanos que marchan durante años exigiendo una nueva constitución.
La democracia que rige en el pais es solo formal por cuanto en realidad los ciudadanos elegimos representantes que instauran una dictadura temporal por cuanto no existe rendición de cuentas y los representantes actúan hasta la elección siguientes, impunemente. . DEL MALESTAR AL CAMBIO DE SISTEMA POLITÍCO
En Chile reiteradamente muchas manifestaciones del malestar social habían aparecido en los últimos 50 años como expresión de la crisis social, económica y de derechos humanos, en especial de los derechos económicos, sociales y culturales, educación, previsión y salud, (AFP, ISAPRES, Plan Laboral, sistema tributario, universidades con fines de lucro, etc. y que expandieron con el aumento de las privatizaciones o concesiones del agua, de los puertos, del mar, de obras públicas, etc.), a todo lo cual se suma la crisis constitucional, la discriminación, la corrupción empresarial y política, el clientelismo político, la decepción publica por la acción de los partidos políticos, el fracaso en el manejo de la pandemia y la falta de una verdadera libertad de expresión. En este nuevo panorama es previsible que habrá cambios importantes en la representación política en las futuras elecciones. Es una oportunidad para apostar por una democracia con rendición de cuentas.
NADIE ESTA LIBRE DE PECADO
La explosión social del 18 de octubre de 2019 fue la manifestación del agotamiento de la paciencia de la gente y la exigencia de poner fin al modelo neoliberal que, en opinión de muchos, destruyó el Estado y las conquistas sociales conseguidas en largas luchas de años.
A pesar de las mentirosas versiones sobre la historia de Chile, pero que la verdadera lo caracteriza como un país de masacres constantes, de discriminación social y de injusticias sociales, dominado por una oligarquía, en el Chile profundo sigue encendida la llama por la justicia.
Una de las tantas mentiras de los promotores del rechazo era la mediocre calidad técnica y profesional de los convencionales constituyentes, sin embargo, si comparamos a estos con los parlamentarios de entonces, los convencionales resultan superiores en todo sentido, salvo en experiencia política. Sin embargo, lo importante es reconocer que los ciudadanos tenemos el derecho a elegir a quienes estimamos los mejores. Es lamentable que el trabajo de este grupo variado y representativo no haya sido reconocido, a lo que sin duda contribuyo la campaña de fakenews, las mentiras de la propaganda del rechazo, la supuesta aplicación del método conocido como Cambridge Analítica o inteligencia artificial., pero no se puede calificar como fachos o estúpidos a los que rechazaron, toda vez que hay ciudadanos que no les interesan cambios tan radicales como los propuestos por la convención constitucional, y esa postura es tan legitima como la del apruebo, aunque uno la estime errada e infundada.
La propaganda contra el apruebo se constituyó en un obstáculo enorme, impuesto por ciertos medios de comunicación que siguen las concepciones políticas de parte de un empresariado reticentes a los cambios y que presionan amenazando con dejar de publicar en los medios que no siguen sus intereses. Si permanentemente se miente para oponerse a las ideas políticas del adversario, utilizando los espacios públicos como lo hacen estos medios, entonces es necesario repensar una nueva reglamentación que evite el mal uso de estos espacios, sancionando la mentira publicitada y sobre todo sancionando la censura abierta o sutil que impide a los periodistas realizar libremente su trabajo .Es lo que ha sucedido con el famoso método Cambridge Analitic, con la falta de democracia en los medios y con la censura encubierta que ejercen algunos grandes empresarios.
LA RENOVACIÓN CONSTITUCIONAL
La Nueva Constitución derrotada un 4 de septiembre habría sido un ejemplo para el mundo tanto por su origen como por su contenido y así lo entendieron los expertos urbi et orbi, quienes destacaron que su texto armónico e integral recogía la realidad y, a diferencia de otros modelos antiguos de constitución, daba un salto epistemológico por incorporar aspectos específicos de la comunidad nacional, tales como el Estado social y democrático de derecho, la plurinacionalidad, la interculturalidad, garantizando la paridad, los derechos de los pueblos originarios, la protección del medio ambiente y la naturaleza, incluida el agua entre otros, el deber de tutela del Estado en derechos humanos y establecer instituciones del estado que expresan esta voluntad de cambio así como un sistema político ágil paritario. Regional, plurinacional y ecológico. Muchos de los promotores del rechazo han opinado que algunas de estas instituciones y principios deben ser incluidos en una nueva constitución. Hasta le fecha ello no ha ocurrido.
Las tareas políticas que vienen son complejas y requiere de una amplia participación ciudadana para aprender de la historia y lograr la paz necesaria. Es urgente recoger el espíritu de esta epopeya, la demanda popular de un reencuentro donde nadie puede ser excluido y donde los que concurran acepten las decisiones mayoritarias, logrando una democracia con rendición de cuentas y poniendo fin a las dictaduras temporales.. El porvenir es de una ciudadanía empoderada que permitirá actuar con autoridad democrática a los que se elijan para llevar adelante las propuestas constitucionales que se decidan y resolver muchas cuestiones del pasado como por ejemplo lograr una verdadera libertad de información, establecer justicia respecto de las violaciones a los derechos humanos, poner fin a la creciente desigualdad económica y social, la concentración del poder económico, instaurar una verdadera libertad económica sancionando de verdad los atentados al mercado, sancionando de verdad la corrupción, recuperando para Chile sus recursos naturales, proponer mecanismos de democracia representativa con rendición de cuentas y directa. En fin, la tarea es ardua y jamás instantánea, por cuanto las constituciones por muy perfectas que sean no son ni una panacea ni una pócima milagrosa, sino que al contrario mucho trabajo por adelante, pero con pasión y alegría. . EDUCACIÓN POLÍTICA PARA TODOS
A todas luces se requiere mayor cultura política para entender cómo funciona un Estado y cuáles son los derechos de las personas y las responsabilidades del Estado. La educación política debiera ser para rodos. Se necesitan partidos políticos fuertes y educados, con principios claros, con políticas estrictas contra la corrupción y que no se dediquen a los negocios, ni caigan en la tentación de la carne. Con dirigentes cultos que conozcan la calle. Apoyar a un independiente carece de sentido toda vez que la política es una actividad colectiva, con ideas sobre el futuro que requiere de apoyos, y ello solo se logra con partidos políticos cuyos militantes posean cultura política. Ni el clientelismo ni el caudillismo son el camino, sino el trabajo colectivo.
Cualquiera haya sido el resultado de los procesos constitucionales vividos, lo que es seguro es que el pueblo de Chile ha recuperado la soberanía y ahora está en mejor condición para decidir. Para ello es necesario romper el círculo de hierro que rodea a la libertad y derecho a la información y lograr imponer una verdadera democracia con rendición de cuentas, con sanciones severas contra la corrupción.
LA VIOLENCIA INNECESARIA
El malestar social es un hecho, son demasiados los problemas que agobian al pais, al que debe agregarse el aumento considerable de la delincuencia y corrupción. Muchas son las personas que se manifiestan contra esta situación, algunos lo hacen pacíficamente otros violentamente. Las manifestaciones son actos de desesperanza, pero también hay provocaciones orquestadas por grupos que no desean cambios en absoluto, una forma de deslegitimar la protesta. La perdida de legitimidad de los partidos políticos puede explicar en parte el surgimiento de grupos anarquistas y nazis que suman a los descontentos con objetivos distintos.
La represión irracional, que causa victimas como lo sucedido en octubre de 2019, aumenta el malestar y asusta a muchos. Cuando los protocolos policiales no se respetan serán los propios agentes de la ley los que, tarde o temprano, deberán responder, sin perjuicio que los daños causados por la represión irracional la pagamos todos los ciudadanos toda vez que los impuestos deben destinarse a pagar a las víctimas. Y son los ciudadanos los que pagan los impuestos.
Es necesaria la represión de actos violentos y delictuales, pero para que no se pongan a la misma altura de los justamente reprimidos, los encargados del orden público deben actuar como indica la ley, respetando los derechos de la persona. Los ciudadanos también debemos colaborar para impedir los destrozos de los bienes públicos y la comisión de delitos. Sabemos que son delincuentes los que asaltan negocios, muchas veces de pequeños comerciantes que terminan arruinados.