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Apropiación indebida y transformismo presentes en la política chilena. Por Juan Luis Castillo Moraga.

En el escenario de la derecha política nacional, el transformismo político marca las actividades más claras de este tipo de manifestaciones; Joaquín Lavín primero y Pablo Longueira después, son los protagonistas que con más nitidez hoy intentan vestirse con ropajes democráticos, se hacen merecedores a este tan especial calificativo de “transformistas políticos”. Su transformismo, en el caso de Lavín, tiene historia propia, ya en algún minuto y para confundir a sus posibles seguidores con posturas que traspasaban sus acciones “democráticas” y “aires” de condescendencia, benevolencia y tolerancia política, se manifestó como “Bacheletista-Aliancista”, haciendo referencia a la coalición a la que pertenecía, claro qué, sin ni una sola argumentación seria que explicara siquiera esa postura teñida de una oscura “falacia”.

Hace poco, se auto-proclamó, el “Capitán” de los Social-demócratas de derecha, obvio, sin que nadie que se presuma de serio le pueda creer… Por su parte, Pablo Longueira, ayer, rey de los comandantes de la UDI, uno de los capitanes de la patrulla juvenil que siguió a Pinochet y a su generalísimo y “teólogo ideológico” Jaime Guzmán, prendiéndoles velitas en cuanta ocasión le pareció propicia, incluso llegaba a soñar que el inspirador de la Malversada Constitución, le hablaba al oído…decía él.

Sí, este señor que hoy, aún está en deuda con la justicia, o a lo menos espera enfrentar un serio proceso, reaparece entre las tinieblas para anunciar que está por el “apruebo “en el próximo plebiscito constituyente, y lo hace como una extraña jugada que, al igual que su camarada de andanzas, señor Lavín, sólo tiene entre manos, confundir y engañar.

Ambos abrazaron a la dictadura, al dictador y su traje a la medida la Constitución Pinochetista, imposible creerles. Pero claro, la derecha siempre ha actuado así, pretendiendo confundir incautos.

Pero no es todo, en la derecha son muchos más los que son asiduos al “transformismo político”, de lo contrario, bien vale la pena mirar con agudeza, los pasos seguidos por EVOPOLI.

Por el otro lado de la realidad política nacional, los dirigentes partidos tradicionales, la mayoría de los parlamentarios sí, esos mismos que tienen un exiguo tres por ciento de aprobación en la ciudadanía, se unen en torno a apropiarse de la idea central de las propuestas populares del pasado octubre, movilizaciones que concentraron a millones de aquellos marginados de sus acuerdos políticos, aquellos olvidados por estos usurpadores de las ideas de la ciudadanía.

Me refiero a los adláteres del neoliberalismo, quienes se han apropiado del plebiscito y que, a partir de octubre pasado, y asustados por el clamor popular, votan en el parlamento, sin siquiera pensar ni argumentar, lo hacen mirando lo que opinan las grandes mayorías opinan lo que es más popular en las encuestas; en esta acción de “apropiación indebida” se unen desde la izquierda hasta la derecha y sólo buscan presencia en la futura Constituyente, aquella que la ciudadanía a través de sus movilizaciones levantó y le dio forma, pero claro, hoy, aparecen los viejos estandartes de la democracia de grupos de poder de la “democracia protegida” por los partidos, negándole a los independientes igualdad ante la ley en los próximos comicios por una nueva constitución.

Pero aún no está todo dicho, alerta ciudadanía a seguir reclamando el derecho a igualdad ante la ley y a participación real a ser elegidos. Cuidado, aún queda tiempo para que se pongan de acuerdo los “parlamentarios” y sus partidos, para apropiarse de la constituyente.

Juan Luis Castillo Moraga.
Ciudadano Independiente.

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