¿Vientos de cambio el sudeste asiático?

En el sudeste asiático se repite a menudo la misma historia. En un principio, en cada país, los medios de comunicación generan rumores que entusiasman respecto de los candidatos liberales. Propagados por las élites nacionales cultas y con conexiones, Occidente los reproduce de buen grado. Tal como sucedió en Indonesia en 2014, cuando Joko Widodo, apodado Jokowi, hizo que soplaran vientos nuevos en la política del país, anquilosada por los viejos clanes. La campaña de este neófito de la política nacional, con un estilo de gobierno tan innovador, fue impulsada por las clases altas de Yakarta –de la que era gobernador– y por universitarios de todos los sectores, hasta de Australia.

Del mismo modo, el triunfo de la Liga Nacional para la Democracia (LND) en Birmania (Myanmar), en noviembre de 2015, pareció anunciar el fin de una época dominada por los militares. Desde luego, según la Constitución, Aung San Suu Kyi no estaba en condiciones de asumir la presidencia; pero alguien de su entorno, Htin Kyaw, fue elegido para ese cargo el 15 de marzo pasado. En cuanto a “la dama de Rangún”, como ministra de relaciones exteriores, puede participar del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad. Se convirtió además en consejera de Estado, un cargo creado para ella...