¿Tiene sexo la informática?

La computadora no tiene sexo. Era posible creerlo a principios de los años ochenta, cuando muchas chicas se anotaban para cursar estudios de informática. Luego las representaciones cambiaron, y este oficio volvió a masculinizarse con fuerza. Mujer natura, hombre cultura: la vieja separación social de los sexos es dura de roer.

¿La informática, un oficio masculino? En Malasia, la afirmación provoca sonrisas. En la Facultad de Informática y Tecnología de la Información de Kuala Lumpur, la capital, todos los jefes de departamento son mujeres, así como la decana. En Penang, el 65% de los estudiantes de informática y siete de sus profesores (sobre diez) son mujeres, bajo la dirección allí también de una decana. Mazliza Othman, la jefa del departamento, declara no haber pensado en la informática como en una disciplina masculina: “No parece. Verá usted, la ingeniería es algo que la gente puede percibir como masculino, o la geología. Pero no la informática. No veo qué puede haber de masculino en la informática”. Las razones que invoca: la informática es un trabajo limpio, que no requiere gran fuerza física; esta actividad se ejerce en el sector terciario, e incluso permite trabajar en la propia casa.

Fuera de Malasia, sin embargo, la informática es una rama muy masculinizada. En Francia es incluso la única disciplina científica que registró una caída importante en la proporción de chicas. Si se mira la feminización de las escuelas de ingeniería según su especialidad, se comprueba en efecto que la porción de las mujeres aumenta en todos los sectores menos en la informática, donde, tras un récord, en 1983, del 20%, esta proporción volvió a caer, veinte años después, a su nivel inicial (11% en 2000, 9% en las promociones de los años setenta). En 1983 la informática era, en las escuelas de ingeniería, el sector más feminizado, al mismo nivel que el agroalimentario (seis puntos por encima de la media nacional). En 2000, la informática se ubicó al nivel de la mecánica (...)