Azmapu aportes de la filosofía mapuche para el cuidado del Lof y de la Madre tierra, 2023, Editorial Planeta Chilena S.A., la obra es una invitación filosófica, que, si bien no está destinada al mundo académico, permite abordar la noción de la vida desde una amplia visión unida a las formas de convivencia entre las entidades físicas, así como también con las espirituales.
Desde la cultura occidental se suele considerar que el concepto de vida se ve asociado a la existencia que llevan las personas cuando logran satisfacer sus necesidades básicas, y que se relaciona, además, al conjunto de derechos y libertades fundamentales para el disfrute de la vida humana en condiciones de plena dignidad, considerando como algo específicos y propio de todas las personas por el sólo hecho de pertenecer a la especie humana. Entendiendo por dignidad un valor compartido por todas las personas y todas las culturas. De modo que la vida digna es entendida como satisfacción de la subsistencia al poder considerar una salud plena, física y mental, una alimentación adecuada y balanceada, un sistema social que incluye la protección, la prevención y seguridad, vivienda, educación formal y no formal, empatía de los funcionarios públicos y afecto en el buen trato familiar, con amistades diversas, y el derecho a la privacidad. De ser así la vida digna se cumple en parte sólo entre algunos y algunas de la cultura occidental. No obstante, no hay una correlación de dignidad hacia otras especies vivas, en la naturaleza, sólo algo breve en relación con las mascotas dada la vida urbana, y muy poco con relación a la vida vegetal, y casi nada con insectos, arácnidos y otras especies, de las cuales poco o nada se enseña y se destruye a gran escala con pesticidas y otros químicos que finalmente llegan al metabolismo de lo humano, incluyendo el micro plástico que tiene saturado lagos y océanos y que hoy es absorbido incluso por las vías respiratorias.
Exagero, no todos somos tan inconscientes o definitivamente perversos como las grandes compañías que han puesto en juego las nuevas generaciones con negocios en la bolsa de la sangre y todos sus indicadores al alza del calentamiento global, pero la gran mayoría ni siquiera piensa en la huella de carbono cuando toma un vuelo, o pide que le traigan de otro continente vía marítima cualquier objeto que más temprano que tarde va a desechar, y es así como tenemos en el desierto de atacama el mayor basurero de la moda mundial y siguen llegando los container con los deshechos europeos y asiáticos, todas las marcas imaginables y sus réplicas ilegales, al fin y al cabo, la basura industrial de la manufactura de la moda que no es capaz de reciclar nada ni siquiera los litros de agua que se utilizan en los teñidos o en la fabricación de cualquier prenda, el clásico ejemplo en la fabricación de un pantalón de mezclilla se utilizan sobre los 10 mil litros de agua, y ya sabemos que no hay reconversión total del agua sucia, la situación química requiere de sistemas especiales que no todas las plantas de tratamiento de aguas las poseen, de allí que los estándares sean precarios y cada vez más se genera consumo de agua envasada, aunque está también puede ser puesta en duda, dependiendo de su procedencia y mercado. Ya no basta con hablar de la huella de carbono, es necesario legislar también sobre la huella hídrica.
Pero vamos al libro, Elisa Loncon, allí nos habla de su linaje y sus recuerdos familiares, de cómo su apellido fue mutando y sus antepasados se opusieron al despojo de tierras, por otra parte nos habla desde la lingüística de los léxicos especializados que distinguen lo masculino y lo femenino, en especial en las relaciones de parentesco , dela cual nos da una variedad de ejemplos, entre los cuales tomaremos: Ñawe: hija (de padre a hija) -Fotüm: hijo (de padrea hijo) en tanto que Koñi: hijo/a (de madre a hija/o), esto es parte de una característica de la lengua mapuche dado que permite identificar al emisor del lenguaje si habla desde lo masculino o femenino, es decir hay un enfoque de género incorporado en el lenguaje (Ver pág. 32-33). Lo mismo ocurre con las diferentes identidades sexuales. “Entre ellas existen: malen o domo “mujer”, wentxu “hombre”; weyun o weye “gay”; alka zomo “ mujer lesbiana”; zomo wentxu ”mujer hombre” y wenxu zomo “hombre mujer”. Las personas gay o lesbianas pueden ejercer todos los roles.” (pág. 33).En la reflexión Elisa Loncon nos comparte la idea de que producto de la trasculturización del mundo occidental, en especial el cristianismo que se nos presenta como un rechazo permanente a la diversidad sexual, algo similar ocurre con los supremacistas (en Chile los Republicanos se jactan de sus homofobias y de su anti indigenismo, y en cuanto a los migrantes sólo un leve guiño a los Venezolanos de ultra derecha y pare de contar). Es lógico que no sean capaces de entender el respeto y la participación en la vida comunitaria, ya que ellos bajo la crianza del libre mercado, Republicanos y UDI a la cabeza, no son capaces de entender que es necesario contribuir al equilibrio y reciprocidad desde y con la naturaleza, en este sentido son tanto o más marxistas inversos quienes defienden el libre mercado y sin embargo como los norteamericanos son proteccionistas, acá la situación es sólo de estractivismo, y además los sueldos en las pocas compañías que existen con capital chileno son miserables, las otras no lo hacen tan mal, pero al menos tratan de ajustarse a los salarios de sus países de origen, ante el uso de recursos y explotación del hábitat, es un gran pena que nuestra biósfera hoy por hoy este en manos de estos depredadores (No hay diferencia entre chinos-norteamericanos-rusos-europeos-latinoamericanos-canadienses, entre otros, todos, cual más o menos buscan la ganancia a corto plazo en desmedro de la vida y el buen vivir).
Por otra parte, la inteligencia subconsciente, la inteligencia de los sueños, frente a la inteligencia artificial, nos permite soñar con un ser viviente de nanotecnología, a pesar de la intoxicación de información por las distintas pantallas, y el algoritmo del TikTok chino, que es distinto al occidental que genera más dopamina. Por otra parte las Universidades, debe entregar sus servicios de empresa, a una velocidad mayor, ya no hay certezas absolutas, los cargos deben estar a disposición de los clientes internos y su impacto en la sociedad, que va más allá del cambio del modelo cultural, es una reingeniería de la educación la que se requiere en todos los niveles, los bordes son más diversos, y hay un episteme que requiere de un nuevo modelaje, el cambio climático es un cambio de paradigma, los niveles productivos y funcionales, deben contener la felicidad, el diseño de instrucción va más allá del teléfono, el reloj inteligente y otras plataformas que ya vienen para masificarse, más allá de la caja negra o IA (la inteligencia artificial tiene a lo menos 3 niveles con universos de información que falta comprender incluyendo a quienes han desarrollado las redes neuronales o los programas que ,luego de una pequeña acción humana, por ahora, pueden aprender de otros programas), los Bot y algoritmos vienen a ser tutores, expertos de cabecera personal, que nos entregarán momentos en la tecnología de lo que necesita cada estudiante a partir del conocimiento previo. Ya no podemos decir que no tenemos tiempo, al contrario, el tiempo debe ser adaptativo al perfil de cada persona, de allí la riqueza de la diversas culturas presentes en el Universitas, el modelo de negocios de la universidades chilenas requiere de un cambio radical para llegar a ser universal, y se demanda un cambio especialmente el compromiso ético, hoy la responsabilidad es algo mayor que un algoritmo, por eso los cambios iterativos son de un continuo permanente y el Estado debe ser un agente que pone en juego el binomio público-privado, que ya no puede no reconocer su sinergia y es inútil establecer una separación porque los relatos corresponden al imaginario de un colectivo que respeta y reconoce las diversas culturas como lo hacen desde el bien común la cultura mapuche, de igual forma que los demás pueblos originarios,.
El libro de Elisa Loncon, abarca varios temas y va más allá y da cuenta de una filosofía del pueblo mapuche, vale decir; el rostro hermoso de las cuatro tierras: Azmapu. Ya es tiempo de entender que el conocer y aprender nos permite construir el saber y frente a todas las crisis sólo se salvarán quienes saben qué hacer. De allí los diez pétalos del saber, en cuyo centro está el buen vivir o küme mogen. Cuestión que deberían aprehender nuestros funcionarios públicos, más aún cuando se trata de cuidar el futuro, en especial ante depredadores y agentes del despojo que se regocijan con el mercado de la sangre. Por ello no debemos olvidar, como nos recuerda Elisa Loncon, que de nosotros depende el buen vivir.
Hans Schuster, escritor